Villanueva / La Plaza (Teverga), V. DÍAZ PEÑAS

Las momias de la colegiata de Teverga, poco más que apiladas junto a otros elementos históricos en el espacio destinado a la sacristía y que hace las veces de museo. Un claustro prácticamente en ruinas, sujetado por puntales y con numerosas humedades y goteras. Y, por si todo esto fuera poco, el tejado del principal edificio histórico y artístico del concejo, lleno de maleza y con muchas de sus tejas en el suelo. Esto es lo que se encontraron ayer los diputados del PP en su visita a Teverga, durante la que denunciaron el «lamentable» estado de su patrimonio.

Los populares, al igual que muchos vecinos y visitantes, consideran que tanto la colegiata como la iglesia de Villanueva no merecen el trato que están teniendo, y por ello exigen medidas urgentes a la Consejería de Cultura. «Son dos templos únicos del Románico primitivo que no se están cuidando como se merece. En Villanueva las obras siguen sin finalizar, después de varios años de esperas. En la colegiata es aún peor, no hay dinero para actuar en un tejado y un claustro que se está cayendo», lamentó ayer Emilio Pérez Cueva, que estuvo acompañado por Alfonso Román y por Marcial González durante su visita al concejo.

Los diputados, que consideran ésta otra muestra más del abandono del patrimonio en Asturias, exigen a la Consejería de Cultura actuaciones inmediatas y menos palabras para solucionar los problemas de estos dos templos. «Se perdió la subvención para arreglar la colegiata y de momento sólo sabemos que la Consejera iba a mediar y a pedir ayuda, nada más. Estamos cansados de escuchar excusas mientras vemos el patrimonio perderse», apuntó Román, quien volvió a reclamar un plan para salvar el patrimonio regional.

Críticas políticas aparte, lo que sí es patente es el mal estado de conservación de los templos teverganos. En Villanueva aún no se han reparado grietas en la estructura aparecidas hace casi cuatro años. En la colegiata el claustro se mantiene en pie casi de milagro, y las primeras tejas ya han empezado a caer. El deterioro es patente y la preocupación máxima por perder este patrimonio único.