Profesor de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo, colabora en una publicación sobre los hórreos del concejo

Candás, Braulio FERNÁNDEZ

La concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Carreño ha recurrido al historiador de la Universidad de Oviedo Gerardo Díaz Quirós para capitanear una publicación de interés histórico y divulgativo sobre los hórreos y paneras de estilo Carreño que pueblan el centro geográfico asturiano. El concejo, con más de medio millar de graneros, se ha convertido en el núcleo de un amplio campo de trabajo para este autor luanquín, que se declara encantado de trabajar en Candás, y cuyos resultados se convertirán en una publicación única y novedosa que entremezcla etnografía y arte.

-¿Cuáles son las características del estilo Carreño, y cuál es su origen?

-Desde que fuera definido por Juaco López y Armando Graña, dos de los nombres que más han aportado a la etnografía asturiana, referimos como «estilo Carreño» la forma de entender y disponer trabajos de talla y pintura sobre hórreos y especialmente paneras del área central de Asturias. Se configuran grandes frentes decorados en torno a las puertas de acceso a los graneros que complementan detalles menores en los costados y en torno a la puerta de ventilación trasera. El origen podría fijarse a mediados del siglo XVIII, desarrollándose ampliamente en la segunda mitad de la centuria, a lo largo de todo el siglo XIX y dejando ecos hasta bien entrado el siglo XX.

-¿En qué consiste el trabajo que usted, Julio César Zapico Alonso y Jesús Antonio González Calle están desarrollando?

-Nuestra intención es realizar un estudio de los distintos talleres y maestros que trabajaron en el área central de Asturias en la construcción y ornamentación de hórreos y paneras, analizar la evolución técnica y estética trazando en la medida de lo posible su contextualización histórica. En definitiva, superar la idea de inventario o de catálogo para ofrecer análisis.

-¿Cuáles son la metodología y las fuentes para ese trabajo?

-Por suerte, desde que en los ochenta del siglo XX se sentasen las bases de una investigación científica en torno al hórreo asturiano, el camino está trazado y existen importantes monografías sobre otras zonas geográficas. Se puede constatar que han sido mucho mayores los esfuerzos individuales que la eficacia de las administraciones y que, incomprensiblemente, no ha existido un proyecto de investigación coherente y a la altura de las posibilidades interpretativas del hórreo, pero hay materiales que sirven para empezar. En cajones y archivos de ayuntamientos languidecen inventarios, recuentos y catálogos que incluyen datos sobre hórreos y paneras, demasiadas veces realizados sin método o sencillamente acientíficos y que evidencian siempre una descorazonadora falta de coordinación.

-Usted dijo que este estilo se encuentra «entre las más interesantes manifestaciones del arte popular europeo». ¿Por qué?

-Por sus características estructurales, por la riqueza de sus decoraciones, por su cronología, por las referencias expresas a carpinteros y entalladores, por su implantación en el territorio y su condición de documento de relevancia.

-¿Cómo valora la historiografía existente acerca de los concejos que conforman la Mancomunidad del Cabo Peñas.

-A pesar de su proximidad, Carreño y Gozón presentan un panorama bien distinto. Parece que los investigadores de Carreño encontraron más facilidades para dar a conocer sus trabajos. Desde hace años el Ayuntamiento de Carreño incluye en su presupuesto partidas específicas para la edición y se ha implicado en dar a la imprenta importantes monografías.