Alto de Aboño,

Braulio FERNÁNDEZ

La asociación de vecinos San Lorenzo del Alto de Aboño pide que se modifique la nueva carretera creada en el monte carreñense por Tudela Veguín y la Autoridad Portuaria de Gijón porque «no permite un libre acceso a las propiedades» por parte de los vecinos. Éstos se quejan de que debido a la pendiente del nuevo vial, que de media tiene más de un 20 por ciento, con un máximo del 27 por ciento, el camino se hace «prácticamente intransitable». Y han pedido la mediación del Principado, adjuntando como documentación el informe de un ingeniero técnico agrícola certificando los desniveles del vial, que según denuncian, deberían ser como máximo del 17 por ciento.

José Prendes González, uno de los propietarios con fincas en el Alto de Aboño, confirma que «por esa carretera, por sus curvas y por la pendiente, yo no puedo acceder con mi camioneta a mis propiedades». Prendes González tiene aún dos fincas sin expropiar en el Alto de Aboño, mientras que el resto ya lo están, pendientes del desmonte del Alto. «La carretera roza la ilegalidad», dice Prendes González, lamentándose por no poder sacar de sus propiedades los enseres que aún conserva en el Alto.

La nueva carretera sustituye desde hace tres meses a una anterior, que enlaza Albandi con el barrio del Alto de Aboño. Fue construida por Tudela Veguín, que encargó los trabajos a Dragados, para poder extender su zona de ampliación más allá del anterior vial, y rodea el Alto para llegar al barrio por su ladera norte.

La empresa cementera, por su parte, defiende la legalidad de la carretera. «El vial fue construido conforme a la licencia que nos concedió el Ayuntamiento de Carreño», explica Alicia Castro Masaveu. De hecho, añade, «se ensanchó bastante en relación a la anterior, precisamente para facilitar el paso». Castro precisa, asimismo, que por el nuevo vial de Carrió «pasan al día uno o dos coches a lo sumo», y asegura que «las condiciones de acceso son mejores ahora». «La hemos hecho con nuestra mejor voluntad», concluye la representante de la empresa.

El malestar de los vecinos que quedan en el Alto de Aboño con la carretera se debe también al giro de una de las curvas, por el que «no entra un camión», según Prendes González. Según el informe aportado al Principado por los vecinos «el radio de giro que se conforma en el entronque del nuevo trazado es del orden de 4,5 metros, lo cual condiciona totalmente el acceso de cualquier vehículo de transporte».

Además, los vecinos han indicado al Principado el estado en que se encuentran algunos bienes patrimoniales afectados por las obras que se están desarrollando en el Alto y temen por las que se desarrollarán en el futuro. Es el caso de la fuente de Piedra María y su lavadero, donde hay un manantial de agua que «en su día era el único recurso que tenían los 26 vecinos que vivían en el barrio, y que tienden a desaparecer, debido a la tentativa de desmonte», según señaló Prendes González.

También están en peligro el lavadero y la fuente de La Pinga, recursos que también eran aprovechados por los vecinos del Alto de Aboño, y que «desaparecerán si no se toma remedio alguno», el camino público y real y el camino de Santiago costero. Se trata en este caso de otro de los bienes culturales y patrimoniales que se encuentran «en un total estado de abandono», no pudiendo transitar por los mismos los vecinos. «Es una pena que esta valiosa joya con la que contamos en nuestro pueblo esté en estas condiciones deplorables», lamenta Prendes González.