Pese a que la marcha de los acontecimientos es propia de la «Yenka» (un día a la derecha, el otro a la izquierda, una semana adelante y la siguiente marcha atrás) no parece descabellado pensar que las administraciones municipales, entre ellas las de nuestra Comarca de la Sidra, van a ser las grandes perjudicadas del enorme ajuste económico que se nos viene encima. Con el asunto de la financiación todavía pendiente de resolver, pese al incremento de las competencias, tampoco estaría de más alguna medida para evitar que los municipios sufran un triple recorte, sumando al suyo propio los daños colaterales del estatal y del autonómico. La cuestión no es menor. El Ministerio de Fomento construye la Variante y la eterna Autovía del Cantábrico, mientras el Principado apechuga con lo suyo, pero conviene no olvidar que el Ayuntamiento se encarga de los servicios básicos del día a día, esos que para la inmensa mayoría de los mortales son más importantes que un retraso en obra pública.