Villaviciosa,

Gonzalo BENGOA

Muchas cabezas se giraban ayer para ver pasar por Villaviciosa cabrios, biplazas descapotables con ruedas de radios y potentes motores como Ferrari, Jaguar, Porsche o Mercedes. Eran parte de la comitiva del rally de regularidad de coches clásicos que organizó ayer el club Albatros y en el que tomó parte una treintena de vehículos.

Era una oportunidad única para ver algunas joyas del automovilismo de los años 60 y 70. La concentración tuvo lugar en el Club Náutico por la mañana y se disputaron seis tramos, con parada en sidra El Gaitero, donde celebraron una recepción. La organización valoró que los pilotos llegaran a la línea de meta «sin llegar antes ni pasarse de tiempo», según explicó José López-Sela.

Todos los participantes valoraban ayer positivamente la iniciativa. «Es algo más que una afición», destacaban algunos. Íñigo Álvarez, uno de los pilotos, lo resumió en pocas palabras: «Amistad, deporte y gastronomía es una combinación perfecta».

El Club Náutico funciona desde los años 70 a iniciativa de varias familias que quisieron crear y potenciar una escuela de vela con presencia en la villa, según recordó ayer la presidenta, María Eyaralar. La idea era potenciar «el veraneo familiar en el entorno de la ría», explicó la responsable de un club que volvió a resurgir después de una etapa con poca actividad y que quiere vender algo más que vela y piragüismo.