Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

La capilla de la Bienvenida, en Vega de Poja, estaba impracticable hace algo más de un año. El edificio estaba gravemente dañado, especialmente en la techumbre. Parte de la cubierta se había desplomado, la entrada de agua había provocado que se pudriera buena parte de las vigas y viguetas de madera del techo y la humedad había invadido las cabezas de los muros y había curvado la zona de apoyo de la cercha. Invadida por la hiedra, presentaba daños en la espadaña y grietas en los muros del ábside.

El abandono era evidente hasta que la Asociación de Vecinos de San Martín de Vega de Poja decidió tomar cartas en el asunto y promover la restauración del edificio. Los propios vecinos fueron quienes acometieron la restauración, con la ayuda económica de la Consejería de Cultura, que concedió una subvención de 7.333,77 euros que se concretará este año, según explicó la directora de Planificación y Gestión del Patrimonio Cultural del Principado, Eva María Sánchez.

El fruto del trabajo pudo verse ayer durante la celebración de la fiesta de la Bienvenida, en la que los vecinos de la zona estrenaron la capilla con una procesión y una misa solemne. Precedidos por imágenes de la Virgen y de Cristo, y acompañados por la gaita y el tambor, los fieles partieron de la capilla de Santa Lucía y subieron, por un camino jalonado por castaños y robles, hasta la capilla, donde se celebró una misa, cantada por el Coro «Samartino», y posteriormente, tras la subasta del ramu, compartieron una comida campestre.

Además de Eva María Sánchez, asistieron a los actos el alcalde de Siero, José Antonio Noval, y su mujer, la diputada regional Belarmina Montes.

Las obras consistieron en el saneamiento y consolidación del aparejo de mampostería y la cantería de la capilla, así como la creación de una red de drenajes para solucionar las humedades de las partes bajas de los muros.

Asimismo, se acometió la renovación integral de la estructura de cubierta de la capilla. Se construyó una nueva estructura de madera sobre la que se colocó un tejado de teja vana. Para la techumbre se utilizó madera de castaño. Por otra parte, se renovaron los revestimientos con revoco de morteros de cal o bastardos y se limpiaron y repararon los elementos ornamentales de la fachada.

El Ayuntamiento de Siero acometió la restauración de la puerta de acceso a la capilla, que estaba muy deteriorada.

Por último, se mejoró el entorno de la capilla, que estaba invadido por la maleza, tanto la finca que rodea al edificio como el camino de acceso.

La fecha de construcción de la capilla no está del todo clara, ya que no existen documentos que la precisen. Algunas de sus características, no obstante, como la nave única o el arco toral, la sitúan en la época medieval, dentro del estilo románico.

La ermita es una muestra típica de arquitectura religiosa popular, y originariamente, según la Dirección General de Turismo y Patrimonio Cultural, se componía de tres cuerpos alineados claramente diferenciados: atrio, nave y ábside.

La nave tiene una superficie de 35,91 metros cuadrados y el atrio tiene 18,41 metros cuadrados, lo que da una superficie útil total de 54,31 metros cuadrados, sobre una superficie construida de 84,85 metros cuadrados.

Su recuperación llega, además, en un buen momento. Se sabe que la construcción de la ermita en la Edad Media estuvo vinculada a las peregrinaciones. El Camino de Santiago pasa en las inmediaciones de la capilla de la Bienvenida, que a partir de ahora se convertirá sin duda en un atractivo para los peregrinos. El valor religioso y cultural de la ermita se sumará al atractivo paisajístico que atesora el camino a su paso por Vega de Poja.

Tanto el concejo de Sariego como el de Siero están tratando de potenciar este trazado del Camino de Santiago, que se verá reforzado con la inauguración del nuevo albergue de peregrinos de Pola de Siero el próximo jueves en la casona de San Miguel.

La capilla de la Bienvenida de San Martín de Vega de Poja, una ermita de origen románico vinculada al Camino de Santiago, se encontraba hace poco más de un año muy deteriorada e invadida por la hiedra, como se puede observar en la imagen de la izquierda. El trabajo de los vecinos ha recuperado el esplendor del edificio, que se pudo comprobar en la fiesta de ayer (a la derecha), informa M. NOVAL.