Candás / Luanco,

Braulio FERNÁNDEZ

Los ayuntamientos de Carreño y Gozón están enfrentados por el futuro de la Mancomunidad del Cabo Peñas, de la que ambos son integrantes. La polémica está servida, toda vez que el gobierno gozoniego ha hecho un llamamiento para «abrir el debate» acerca de los objetivos futuros del ente, en tanto considera «insostenible» la actual aportación de capital que realizan anualmente ambos municipios y que es de 400.000 euros.

Gozón aboga por rebajar las pretensiones de la Mancomunidad, evitar la duplicidad de servicios y recortar gastos, mientras que Carreño defiende la institución «tal y como es» ahora. En el fondo subyace el problema que genera en el ente supramunicipal la diferencia de presupuestos entre los dos ayuntamientos.

Carreño acaba de aprobar un presupuesto anual para 2010 que roza los 16 millones de euros, frente a los 10 millones de media que viene aprobando Gozón en los últimos ejercicios. La diferencia está en los ingresos que el primero recibe de la actividad industrial. Pero ambos aportan la misma cantidad a la Mancomunidad del Cabo Peñas, una institución nacida para hacer posible la llegada de mejores líneas de subvención, al verse duplicada la población receptora de las ayudas por dos. Entre los dos concejos suman más de 20.000 habitantes.

«Nosotros no estamos hablando de desmantelar la Mancomunidad del Cabo Peñas», afirma por parte del gobierno gozoniego del PP su teniente de alcaldía, Ramón Artime, quien, sin embargo sí habla de «reordenar» el ente supramunicipal. Y argumenta su posición en que «Gozón no puede mantener un gasto anual de más de 400.000 euros». Su posición es conocida entre todos los integrantes de las dos corporaciones municipales y ello ya ha provocado una reacción por parte de los que no la comparten.

«Defendemos la actual gestión de la Mancomunidad, aunque aceptaremos propuestas nuevas siempre y cuando sean en aras de mejorar la calidad de los servicios prestados», sostiene, por el contrario la concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Carreño, Melania Álvarez. Su posición y la de su grupo político, Izquierda Unida, y su gobierno, con el PSOE, es la de que «hay que hacer un esfuerzo para que la Mancomunidad cumpla los objetivos que tiene fijados». Por ese motivo y por la disparidad de criterio que mantienen con el PP de Gozón, las agrupaciones de PSOE, IU y URAS de Carreño y Gozón han cerrado filas en torno a la defensa del entre supramuncipial.

En este sentido, hace pocos días se produjo un encuentro en Candás al que acudieron representantes de los tres partidos y de los dos concejos. Todos ellos firmaron un documento para hacer frente común en defensa de la Mancomunidad, en virtud de las ventajas que proporciona, entre las cuales la recepción de subvenciones es la más importante.

«Debemos plantearnos la gestión de la piscina mancomunada, cuyo gasto triplica al inicialmente planteado», insiste, por otra parte, Artime, quien alega que «cuando alguien se une es para abaratar costes, no para duplicarlos», en referencia a la duplicidad de servicios que provoca la existencia de una oficina técnica en la Mancomunidad.

«Queremos una institución menos costosa pero más eficaz», concluye. Considera que el debate por el futuro de la Mancomunidad del Cabo Peñas debe abrirse, pero «por parte de los dos ayuntamientos».

El debate por la Mancomunidad

Carreño

Aboga por mantener la Mancomunidad como está, para que la población pueda percibir mejores subvenciones.

Gozón

Considera el gasto anual inasumible y pretende recortar, cuando exista, la duplicidad de servicios.