Perlora,

Braulio FERNÁNDEZ

El Principado de Asturias ha rescindido el contrato de explotación de la Ciudad de Vacaciones de Perlora con las empresas adjudicatarias. Tras más de dos años de retrasos en el cumplimiento de las obligaciones de las empresas, el Gobierno regional ha optado por poner término, con fecha de 21 de julio, a la relación que le unía con ellas, alegando que «no han cumplido los plazos, términos y requisitos de la explotación». Ahora, la Ciudad de vacaciones tendrá que volver a salir a concurso, ya que el Principado asegura que sigue necesitando de un «impulso público».

La decisión se produce apurando los últimos plazos dados a las empresas para que aporten el capital mínimo, ya expirados, y habiéndose certificado los incumplimientos. Ahora, la situación del complejo turístico vuelve a ser la misma que en enero de 2007, tras haberse perdido más de tres años con un proyecto de 83 millones de euros que debía haber generado más de 200 puestos de trabajo y visto crecer varios hoteles, restaurantes y centros de talasoterapia. Esa era la apuesta del ejecutivo autonómico, ahora fracasada, cuando reclamó la presencia en el concurso de varias empresas asturianas.

La Consejería de Economía y Hacienda, mediante resolución del 7 de noviembre del 2007, había adjudicado el contrato de explotación de la Ciudad de Vacaciones de Perlora a las empresas Contratas Iglesias S.A., Diseños Inmobiliarios Urbanita S.L., Urogallo Langreo S.A., Urogallo Entrego S.L., Toribión Gestión de Ocio S.L. y Manuel Ángel Menéndez Martínez, como persona física, que se constituyeron posteriormente en la entidad Perlora Ciudad de Vacaciones.

Desde la adjudicación, las firmas tuvieron un plazo para la constitución del derecho de superficie y la aportación de un capital inicial superior a los ocho millones de euros. Sin embargo, el 15 de abril de 2008 se decidió la suspensión temporal de los trámites hasta que se aprobara de forma definitiva el planeamiento necesario para el desarrollo urbanístico del área. El proyecto de las empresas necesitaba de la aprobación previa de un plan urbanístico de reforma, para lo cual necesitaría de al menos seis meses. El plazo máximo previsto para la constitución del capital social de la empresa, 4,1 millones de euros, y la aportación del cinco por ciento de la inversión prevista como garantía, otros 4,1 millones de euros, fue de dos años. En ese tiempo las empresas deberían haber resuelto la consecución del plan urbano.

Sin embargo, transcurrido el plazo de dos años sin que se haya aprobado el planeamiento necesario para el desarrollo urbanístico de la zona ni se hayan cumplido los requisitos previstos en la adjudicación, es decir, la aportación de los más de ocho millones de capital inicial, la Consejería de Economía ha decidido resolver el contrato. Eso a pesar de que hace sólo escasas semanas que el titular del departamento, Jaime Rabanal, defendió en la Junta General del Principado que el proyecto saldría adelante con toda seguridad.

El Principado, que no atendió las llamadas de este periódico, se limitó a indicar en un comunicado que que está «convencido de que la Ciudad de Vacaciones de Perlora, ubicada en un lugar privilegiado del concejo de Carreño, puede ser por sus características un equipamiento rentable y al mismo tiempo servir de motor económico para su entorno, generando riqueza y empleo». Sin embargo, no hizo referencia al tiempo que desde su cierre el complejo ha dejado de generar esa riqueza, reclamada en numerosas ocasiones desde Carreño, a causa del proyecto ahora fracasado.

«Su atractivo como equipamiento y su gran valor para todos los asturianos es innegable y además forma parte de un sector, el del turismo, por el que se ha venido apostando desde la Administración», asegura el texto, que precisa que «el Ejecutivo sigue creyendo que Perlora merece el impulso público», en referencia a la necesidad de que la explotación vuelva a salir a concurso.

Entre las razones del fracaso del proyecto, el Principado, accionista de la sociedad anónima de Perlora, ha señalado la crisis. «La situación económica es ahora más difícil que hace dos años», señala, para asegurar posteriormente que «el gobierno asturiano sigue firmemente comprometido, como lo ha estado hasta ahora, a buscar una fórmula que permita mejorar la Ciudad de Vacaciones de Perlora y ponerla cuanto antes a disposición de los ciudadanos».

El proyecto contemplaba una inversión global de casi 83 millones de euros y preveía la introducción de nuevos equipamientos como un hotel de cuatro estrellas, un centro de talasoterapia, un apartahotel, un complejo deportivo, villas residenciales, un restaurante de autor y varios restaurantes temáticos. El establecimiento hotelero de cuatro estrellas de categoría, con una capacidad de alojamiento superior a las 300 plazas, preveía asimismo un aparcamiento subterráneo con capacidad para la misma cantidad de vehículos.