Pola de Siero, Franco TORRE

El Ayuntamiento de Siero ha suprimido los servicios semanales de guardia, un sistema que regulaba el número de operarios de servicio fuera de la jornada laboral y que tenía un coste estimado de casi 55.000 euros anuales en complementos salariales. La supresión fue firmada el viernes por el alcalde, José Antonio Noval, a petición del concejal de Recursos Humanos, Eduardo Martínez, quien entendía que este servicio resultaba muy gravoso para las arcas municipales.

El servicio de guardias entró en vigor en el año 2004. Para dirigir los servicios de guardia se creó la figura del coordinador general de guardias, una función que se asignó a los distintos jefes de unidades operativas, que rotaban en el puesto de manera semanal. En un primer momento, el coordinador cobraba 120,2 euros por guardia, aunque en 2006 se incrementó esta cantidad hasta un fijo mensual de 240 euros, eliminándose a cambio a estos funcionarios el concepto de horas extraordinarias.

La dirección de las guardias rotaba entre el coordinador general de unidades operativas y los jefes de las unidades de servicio de Mecánica, Electricidad, Aguas, Jardinería y Obras. Cada uno de ellos cobraba un plus anual que ascendía a los 2.880 euros, lo que significa un total de 17.280 entre los seis.

Este coordinador lideraba un grupo de seis operarios, que cobraban por cada guardia semanal un total de 120,2 euros en concepto de disponibilidad. El cargo anual global por la disponibilidad de este retén era de 37.502,4 euros, a lo que habría que sumar las horas extraordinarias de los operarios.

Con la supresión de los complementos, el coordinador general de unidades operativas asumirá en solitario la jefatura de las guardias y el retén a su servicio se limitará a un oficial y un ayudante del servicio de Aguas que cobrarán lo que dispongan las horas extraordinarias, sin complementos aparte.

La medida ha generado el rechazo por parte de la oposición. La primera fuerza que la ha criticado ha sido Izquierda Unida (IU), cuyo portavoz, Nicolás Fernández, ha censurado que la decisión «se haya tomado sin negociar con los representantes de los trabajadores, modificando situaciones recogidas en convenio colectivo». Por su parte, Juan Camino, de PINSI, no se opone a la medida, siempre y cuando «los servicios de guardia sean los necesarios y cubran las necesidades que se den en el momento de que haya incidencias». Por último, Ángel García, del PSOE, entiende que será una pérdida notable de servicios al ciudadano y espera la reacción de los sindicatos. «Estoy seguro de que si esta decisión la hubiese tomado el anterior gobierno hubiésemos encontrado una oposición frontal».