La compañía de teatro «Refaxu», el Grupo Folclórico de Blimea y la coral «San Martín» de Sotrondio pusieron, la noche del domingo, el broche de oro del XX Salón de Teatro Costumbrista Asturiano de Candás, que patrocina LA NUEVA ESPAÑA. Los tres grupos interpretaron «Estampes asturianes», una zarzuela asturiana, como denominó Alain Fernández, director del Prendes «a pesar de que no le guste a la directora de "Refaxu"». Hubo teatro, actuaciones musicales y de baile, una combinación perfecta para clausurar el Salón candasín. La obra «Estampes asturianes» se dividió en tres cuadros: «La pedida», «El filandón» y «La romería».

En el primero, «Refaxu» interpretó el texto «Petición de manu», de Antón de la Braña, y los temas musicales fueron el «Cantar de mozos», de Antolín de la Fuente; «Mineru lu quiero, madre», de Pastrana, además de los bailes «La dulzaina» y «Muñeira de Tormaleo». Como es habitual, los personajes del grupo «Refaxu» están interpretados por mujeres. Esto resulta arriesgado porque, sin un buen trabajo interpretativo, puede convertir la obra poco creíble. «Refaxu» tiene al frente a un grupo compacto de mujeres y por ahora «sólo de muyeres».

El colectivo ha hecho posible en más de una década de duro y constante trabajo que muchos de los espectadores que asisten a sus funciones olviden la ausencia de la figura masculina y disfruten totalmente de sus montajes. Ahí se encuentra el valor del grupo de Blimea.

La combinación de texto, música y bailes tradicionales fue la idónea para la construcción de este montaje. La voz masculina de la coral «San Martín» de Sotrondio dio el contrapunto a la presencia de mujeres en la interpretación de «Petición de manu», de Antón de la Braña. Las extraordinarias voces de Sotrondio realzaron la esencia de la historia, aunque deberían haber interpretado la totalidad de los temas frente al público y no tras el escenario, muy cuidado al detalle.

En la segunda estampa, «El filandón», se interpretó «Na, fila, calla y mira», de Pachín de Melás, y los cantares fueron «La filandera», de Diéguez; «Copla del bandurreiru» y «Cantar de boda», ambos populares. En este caso los bailes que ofreció el Grupo Folclórico de Blimea fueron «Media vuelta» y «Son de arriba», muy aplaudidos por el público.

Por último, en la estampa «La romería» el texto que se interpretó fue «Asturias», de Octavio Bellmunt y Fermín Canella. La labor de este último como historiador tiene su punto más álgido con la creación, junto con su amigo Bellmunt, de esta obra que se subtitula «Su historia y monumentos. Bellezas, recuerdos y costumbres. El bable. Asturianos ilustres. Agricultura e industria. Estadística». Este libro es una obra cumbre de la historia de Asturias, ya que en sus tres volúmenes y sus más de mil trescientas hojas refleja gran parte de la historia de la región. De ahí la elección de «Refaxu» para seleccionarla en esta zarzuela asturiana. Entre los cantares que interpretaron destacó «Fiesta en la aldea», de Torner; «Bailes de gaita» y el «Cantar de viejo», piezas que recordaron al público de Candás momentos entrañables de su infancia y juventud.

Las estampas asturianas cerraron doce días de teatro costumbrista asturiano que un año más -y ya van veinte- sitúan a la villa marinera como referente de este tipo de teatro. Y del jurado, de momento, nada se sabe. Eso sí, durante once días estuvieron presentes en el Prendes para valorar las once obras a concurso y ahora les toca el turno a ellos. El próximo viernes, el teatro acogerá la gala de entrega de los «Aurora», a partir de las ocho de la tarde. Se otorgarán galardones al mejor actor, actriz, dirección, autor vivo, puesta en escena y, por primera vez, al mejor texto teatral.