Rodiles (Villaviciosa),

Mariola MENÉNDEZ

«Creemos que este año vamos a batir récord de visitas a la playa de Rodiles, dependerá de las cifras de septiembre», asegura el Coordinador de Salvamento de Villaviciosa, José Manuel Rodríguez. A la vista de los resultados de agosto, con 29.000 personas más que las registradas en el mismo mes del pasado verano, parece que uno de los arenales de referencia de la costa central asturiana acabará la temporada colgando el cartel de lleno hasta la bandera.

Julio ya comenzó con una afluencia importante a la playa, con la nada desdeñable cifra de 225.600 personas frente a las 219.000 del año anterior. Los datos se dispararon el mes pasado hasta llegar a los 276.000 bañistas. En 2009 fueron 247.000 los que extendieron la toalla en Rodiles. Si el año pasado hubo días en los que el mal tiempo vació por completo el arenal, éste, el día de menos jaleo se contaron hasta 800 individuos. Por lo que Rodríguez asegura que son los mejores resultados de la última década.

Pero, ¿qué tiene Rodiles que encandila de esta manera? El Coordinador de Salvamento de Villaviciosa lo explica: «La limpieza, seguridad por la vigilancia que desarrollamos y que llevamos a rajatabla que la gente viene aquí a relajarse y disfrutar del agua y de la arena, sin que nadie les moleste».

A estas cuestiones deben sumarse las instalaciones, buena comunicación por carretera (a pocos minutos de los grandes núcleos de población del centro de la región como Oviedo, Gijón, Cuencas, Siero, la Comarca de la Sidra o Piloña), un entorno natural inmerso en plena Reserva Parcial de la Ría de Villaviciosa y amplios aparcamientos.

Aunque la masificación en algunos días del verano (como el 7 y 21 de agosto, en los que se reunieron hasta 28.000 almas en el arenal) hizo que fueran insuficientes convirtiendo en una misión casi imposible encontrar un hueco libre donde dejar el coche, lo que provocó que muchos tuvieran que marcharse de Rodiles sin poder disfrutar de la playa. La Policía Local de Villaviciosa también tuvo que tirar de libreta para multar por estacionamientos incorrectos. Ante esta saturación circulatoria y para evitar posibles conflictos, José Manuel Rodríguez asegura que «de seguir así, el Ayuntamiento deberá tomar medidas y serán necesarios uno o dos policías de playa, como ya hay en otras zonas».

Desde que entró en vigor en 2008 la ordenanza municipal que regula el uso de las playas en Villaviciosa, se requiere la presencia de las fuerzas de seguridad para sancionar algunas actitudes como bañarse con bandera roja. Este verano sólo fue multado un hombre alemán que se introdujo en la zona de la barra, prohibida al baño por las fuertes corrientes. Consiguió salir solo, aunque obligó a intervenir a los socorristas. Fue sancionada otra persona por meter a un perro en el arenal. No obstante, Rodríguez destaca que ha sido un verano tranquilo, con asistencias leves por picaduras, cortes o algún rescate como el de una madre y tres niños el día 25 de agosto.

Bañistas como Julián Hernández, Olga y Josefina Álvarez, de El Entrego, lo tienen claro: a la playa, a Rodiles, por sus servicios, tranquilidad, seguridad y entorno. Eso sí, hay que llegar sobre las once de la mañana para encontrar aparcamiento, al igual que hacen Nieves Bobes y Pablo Bernardino Pazos, de Noreña.