Luanco (Gozón),

Illán GARCÍA

«O cambia el sistema de la Mancomunidad del Cabo Peñas o tiene muy poco futuro», aseguró el teniente de alcalde gozoniego, Ramón Artime, después de que el Ayuntamiento de Carreño, en manos de PSOE e IU, acusara al de Gozón, del PP, de querer cerrar el ente supramunicipal que une ambos concejos.

La polémica sigue su curso después de que el gobierno carreñense reclamara al municipio vecino las aportaciones económicas para pagar el sueldo a los trabajadores de la mancomunidad.

Para Artime, el sistema por el que se rige el ente «no funciona» y por ello pide un equilibrio entre gastos y beneficios. «Si se preguntara a los vecinos de Gozón su opinión sobre la mancomunidad, dirían que se cambie el sistema o que se cierre, ya que Carreño obtiene más beneficios que nosotros», señaló el teniente de alcalde gozoniego, que pidió una mesa de negociación para analizar el funcionamiento del ente supramunicipal para comprobar «cómo se rige ese proyecto común».

Ante esto, Ramón Artime propone un lema que, según el teniente de alcalde, resume muy bien la situación del ente del Cabo Peñas: «Mancomunidad sí, pero no así». El portavoz popular recalcó además las palabras del alcalde, Salvador Fernández, que pidió un recorte en la inversión que cada municipio otorga cada año al ente compartido con Carreño. Cada Ayuntamiento tiene que aportar 400.000 euros al año. Fernández indicó a su vez que tiene de plazo hasta el 31 de diciembre para abonar el pago.

Un día antes, la homóloga de Ramón Artime en el Ayuntamiento de Carreño, Áurea Gutiérrez, advirtió al regidor de Gozón de que los trabajadores del ente supramunicipal cobran al mes «y no de golpe a final de año». Con esta polémica por medio, Ramón Artime prefiere poner fin a lo que considera un «chiringuito» que mantiene a diecisiete empleados y se pregunta qué beneficios reporta la Mancomunidad del Cabo Peñas actualmente.

Así las cosas, lo que empezó días atrás como una queja de Ángel Riego, regidor en Carreño, de los impagos de Gozón va camino de convertirse en un problema que, de ir a más, pone en peligro la continuidad de la Mancomunidad de Cabo Peñas.