Tamón,

Braulio FERNÁNDEZ

La plataforma de ganaderos contra la incineradora, que nació a comienzos del mes de septiembre fruto de la iniciativa de una docena de trabajadores del sector lácteo de Carreño y alrededores, ha visto cómo, en pocos días, medio centenar de personas se adherían a sus reclamaciones. Tratan de defender sus explotaciones ganaderas frente a la próxima construcción de una incineradora de residuos en las instalaciones de Cogersa en los municipios de Carreño, Gijón y Corvera.

En el lado negativo, han visto rechazada su petición para formar parte del registro de asociaciones de Carreño, de donde son la mayoría de los socios, y para que se les conceda un local donde reunirse. Ahora, los ganaderos están en la encrucijada, con mucho de que hablar, pero sin un sitio donde hacerlo.

«Estamos contentos porque desde los primeros días de septiembre, en los que dimos de alta la asociación, y mediados de mes se inscribió en torno a medio centenar de personas», explica un portavoz del colectivo y ganadero de Tamón, José Ramón Menéndez. Los ganaderos afectados por la incineradora son «más de 300», asegura. En Carreño existen 72 ganaderías en un radio de 15 kilómetros a la redonda de Cogersa, pero también hay explotaciones dentro de las fronteras de Gijón, Gozón, Corvera y Llanera, a cuyos propietarios invitan a compartir su rechazo a la incineradora. La plataforma fija en 15 kilómetros el radio de ganaderías afectadas, no por casualidad, sino «porque es en ese radio en el que las empresas lácteas que recogen leche en nuestras cuadras podrían declinar recoger más, como ya ocurre en otras comunidades, debido a la peligrosidad de las dioxinas», dicen.

El apoyo recibido no se circunscribe exclusivamente al sector ganadero y, según manifestó Menéndez, «ya han sido varias las asociaciones de vecinos del concejo de Carreño, y de otros municipios, que nos han mostrado su apoyo en nuestra reclamación para que la instalación de la incineradora no se haga finalmente efectiva, para no acabar con nuestros negocios».

Sin embargo, uno de los principales problemas a los que el colectivo se enfrenta es la negativa del Ayuntamiento de Carreño a inscribirles en el registro de asociaciones municipales y a cederles el uso de un edificio público con el fin de que puedan reunirse y organizar actividades. El pleno de Carreño aprobó en junio que los ganaderos pudieron disponer de las Escuelas de Tamón para tal fin, pero la Alcaldía les denegó la solicitud.

El alcalde del municipio, Ángel Riego, explicó ayer que tomó esta decisión porque, a su entender, «se trata de una competencia de la Alcaldía y no del pleno». Riego fundamenta su negativa, de forma «jurídicamente probada, porque es una asociación que tiene ámbito autonómico, excede lo municipal y porque entre sus objetivos está la defensa de intereses particulares».

Por otra parte, los tres partidos de la oposición de Carreño criticaron ayer la decisión de la Alcaldía de denegar el acceso a un local de forma permanente a la plataforma de ganaderos en contra de la incineradora. «El Alcalde, en una muestra de sectarismo, ha incumplido una moción del pleno porque no es de su agrado», manifestaron.