Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

El sector sidrero está de enhorabuena, ya que después de tanto tiempo esperando, en breve podrá disponer de una nueva variedad de manzana amarga, la amariega. El gerente de la Asociación Asturiana de Cosecheros de Manzana de Sidra (Aacomasi), Jorge García, reconoce que la escasez en la región de este tipo de fruto obliga a importarlo, con el consecuente problema que entraña para la sidra de denominación de origen protegida (DOP). En las pomaradas asturianas es habitual encontrarse con manzanas más ácidas.

Haciéndose eco de esta demanda de variedades amargas y también dulces, el comité técnico del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida «Sidra de Asturias» lleva un par de años estudiando la cuestión de la mano del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida). El responsable del programa «Investigación de fruticultura», Enrique Dapena, mostró ayer algunos de los resultados a su comité técnico.

Dapena explica que las variedades preseleccionadas de manzano son el resultado de programa de prospección, evaluación y selección de variedades locales tradicionales (incorporadas en 1998-99) y del estudio de mejora genética. Después de sucesivos estudios y plantaciones experimentales en el Serida y en fincas ubicadas en Nava y en la Marina de Villaviciosa, la manzana amariega se perfila como una de las novedades más importantes para las necesidades del sector.

Entre sus virtudes, Dapena destaca su carácter local, lo que le permitirá que en uno o dos años ya pueda estar en el mercado, porque ya está registrada. Llega a su maduración entre octubre y noviembre, y se la considera una variedad precoz en lo que respecta a su producción, pero lo más interesante es que se trata de un fruto amargo, lo que «contribuirá a las variedades de la DOP», apunta el investigador. Otra de las ventajas de la amariega es su resistencia a enfermedades como el pulgón ceniciento, el fuego bacteriano o el moteado.

La gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida, Reyes Ceñal, apuntó que este año se ha iniciado la multiplicación de los ejemplares, que permite disponer del material vegetativo suficiente para proceder a su estudio en plantaciones experimentales. En la reunión que tendrán dentro de un mes seguirán trabajando en este sentido. Ceñal destaca los buenos resultados que han obtenido al utilizar la manzana amariega en la elaboración de sidra, aunque aún queda por comprobar su comportamiento en mosto en grandes cantidades. Agrega que le aporta una importante carga tánica, ya que son los fenoles los que miden el grado de amargor, y tiene poca acidez.

El equipo dirigido por Enrique Dapena también le mostró al comité técnico del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida otras variedades seleccionadas de mejora genética que, además de ser más fuertes ante posibles problemas fitosanitarios, tienen una producción más regular, minimizando la vecería o alternancia en la abundancia de las cosechas, siendo mayor en los años impares.

En lo que respecta a las variedades cruzadas, destaca la raxina, que fue la primera obtenida por esta técnica en el Serida en 1989 y responde a la demanda del sector de manzanas dulces. De esta variedad se han seleccionado tres tipos: la denominada raxina 8 (más temprana), raxina 16 (que pronto podría ser incluida dentro de la DOP) y raxina 30 (con un toque más ácido). Al tratarse de frutos resultantes de la mejora genética, la disposición de ejemplares por parte de los productores es más lenta, aunque desde el Serida estiman que puedan estar en el mercado en el plazo de pocos años.

Enrique Dapena apunta que ahora se plantean retos como la diversificación productiva para fomentar el cultivo en la región también de otro tipo de frutales como el nogal o el peral. Es necesario tener en cuenta que sólo entre el dos y el tres por ciento de la fruta que se consume es autóctona.