Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El puerto de Candás continúa su conversión en puerto deportivo y lo hace mediante la expansión de su espacio de amarre, que cuenta desde esta semana con una treintena de nuevos estacionamientos fijos para pequeñas embarcaciones. Con ellos, la dársena interior del puerto, que es la zona de mayor seguridad del dique candasín, cubre casi la totalidad del espacio marítimo, ya que vienen a sumarse a las dos palancas existentes, que daban servicio a algo más de cuarenta embarcaciones. Además, acaban de finalizar las obras para la instalación de una pasarela peatonal y de una puerta de acceso que comunique los nuevos pantalanes con el dique a través de la zona de las viejas casetas de pescadores, ya sin uso.

El Principado comenzó a colocar a principios del pasado mes de noviembre las nuevas palancas para el amarre de los barcos en la dársena interior del puerto de Candás. Esta actuación se complementó con la realizada las semanas previas en la dársena exterior del dique, destinada a la instalación de nuevos pantalanes. En el caso de la dársena interior, los nuevos pantalanes servirán para el amarre de las embarcaciones más pequeñas, de pesca deportiva. Su uso se prodigará durante los meses de verano, principalmente, de forma que los barcos más pequeños encuentren cobijo en la zona más protegida del muelle en la época en que más abundan.

Además, con esta actuación queda descartada la opción de recortar la rambla de la dársena, ya que, finalmente, casi se ha podido duplicar el número de amarres sin necesidad de llevar a cabo esa obra. La medida había sido estudiada inicialmente por el Principado, pero, al final, resultó descartada, debido, entre otras cosas, a las ventajas que ofrece la rampa cuando se producen importantes marejadas, aliviando la entrada de agua.

La otra opción, la manejada inicialmente de recortar la rampa, permitía ampliar el espacio de mayor calado en el interior de la dársena del puerto, posibilitando de esa forma la entrada de más embarcaciones. Pero la disposición horizontal de los nuevos pantalanes y su acceso por las viejas casetas de pescadores ha posibilitado la ampliación de los amarres.

Con la colocación de las nuevas palancas en la dársena se podrá incrementar en una treintena el número de embarcaciones amarradas en la zona de mayor seguridad del puerto. Esas embarcaciones estacionaban en la actualidad en la dársena exterior. En estos momentos el número de amarres fijos se sitúa en torno al medio centenar.

Por otro lado, también concluyeron en noviembre los trabajos de instalación de más pantalanes en la dársena exterior, que de ese modo ha aumentado en más de cuarenta los nuevos amarres en ese tramo del muelle. Al mismo tiempo se ha creado un perímetro vallado en todo el dique, desde la rambla de la dársena interior hasta el faro en la pica del muelle, de forma que solo se puede acceder a las embarcaciones por las puertas habilitadas al efecto.

Por otra parte, también continúan en marcha las obras de conversión del viejo local del Club Náutico situado en el muelle en una base náutica, que contará, entre otras instalaciones, con una estación meteorológica, con un almacén y con un restaurante. Estas obras comenzaron el pasado mes de octubre y está previsto que finalicen en torno al próximo mes de abril.

Con todas estas actuaciones, el puerto candasín orienta, más si cabe, su actividad hacia la pesca deportiva, de importancia creciente, a la que han ido destinadas las últimas actuaciones e inversiones acometidas por la Dirección General de Puertos.