El mural de la salve marinera situado en El Paseín de Candás tiene los días contados. Según revela un estudio elaborado por un equipo de restauradores avilesinos encabezados por Luis Saro, la pintura del artista local Alfredo Menéndez se encuentra en un estado de conservación tan malo que podría venirse abajo en cualquier momento. El estudio de Saro está acompañado de un informe de las labores de mantenimiento que tendrían que aplicarse para salvar la pintura, y que pasan por la retirada del mural al completo del lugar en el que se encuentra. Esta actuación está pendiente de ser valorada por el Ayuntamiento y tendría un coste de entorno a 50.000 euros.

La pintura de El Paseín está considerada una de las piezas más preciadas del museo al aire libre de Candás. Se trata de un mural de casi diez metros de largo obra del pintor de otros murales como los dos que adornan la fachada de la fábrica de Albo. La pintura se encuentra muy deteriorada, con golpes visibles y pérdida de color a causa de los balonazos que recibe de los juegos de pelota que se permiten en el lugar. Pero sobre todo está afectado por la humedad de un balcón en su parte superior que no tiene canaleta y que filtra el agua hacia el mural, según el informe.

El mural de Menéndez representa una escena típica de finales de siglo XIX durante la celebración de la Pascua. En ella aparecen reflejadas algunas características de la población candasina del momento. Se trata, en concreto, del canto de la salve marinera de 1899, y según el propio autor «hay una selección muy concreta de personajes, que reflejan diferentes personalidades y actitudes candasinas de la época».

El Ayuntamiento ya trató de restaurar el mural hace dos años, saneando el entorno del mural. Sin embargo, y debido al paso de dos años más, esta actuación ya no será posible, y a día de hoy la única forma de salvar la pintura consiste en extraerla de la pared, para que pueda ser restaurada en un taller.