Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

«La nueva plaza de La Baragaña será un espacio público accesible». Con esta rotunda afirmación la concejala de Urbanismo de Carreño, Melania Álvarez, quiere atajar las críticas de los vecinos de Candás, que han denunciado que las obras de reforma de la céntrica plaza local, a las que todavía les restan unos dos meses, crearán nuevas barreras arquitectónicas y contarán con accesos peligrosos.

Álvarez va más lejos e indica que el zócalo rehabilitado contará con una gran rampa de acceso a la plataforma principal «que mejorará la accesibilidad de todo el entorno». Esta rampa estará situada junto a la conexión de las calles Braulio Busto y Valdés Pumarino. «La obra podrá gustar más o menos, pero no es verdad que se creen nuevas barreras arquitectónicas», sentenció la edil.

La asociación vecinal alertaba de que la nueva situación de la plaza suponía un paso atrás porque dos de sus accesos sólo iban a estar dotados de escaleras y en uno de los casos con una gran pendiente.