Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Carreño aprobará en los próximos días su nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), una vez la Comisión de Urbanismo ha concluido los trabajos para incorporar las alegaciones de los vecinos.

El documento que se llevará a pleno para su aprobación final recoge importantes novedades con respecto al texto inicial. Destaca especialmente entre ellas la creación de 11 nuevas zonas para viviendas en las parroquias, lo cual permitirá una mayor edificabilidad en las aldeas. Al mismo tiempo, se rebaja levemente la expansión urbana de Candás. Con respecto al suelo urbanizable de Candás, se ha fijado la zona de expansión para los próximos años en las áreas de El Llagarón y La Mata, lo cual representa una modificación del plan aprobado inicialmente, en la primavera del año pasado, que fijaban la línea de expansión hasta Regueral y los límites con Gozón en Antromero.

Tras considerar las peticiones de los vecinos, Urbanismo ha optado por delimitar esa expansión a El Llagarón y La Mata, los barrios más cercanos a Candás, y solo una vez se haya completado esta fase se podrá continuar urbanizando hasta el límite natural con el concejo vecino, que es el río Pielgo.

No obstante, la línea de expansión ha sido recortada en dirección al barrio de Regueral, donde se ha creado un nuevo núcleo rural, llamado El Piñeu, en una zona sobre la cual previamente se planeaba expandir el área urbana.

La creación de nuevos pueblos en las parroquias permitirá asentar la población rural. Además, se han incluido nuevos planes especiales, hasta cinco, que «facilitarán la creación de caminos públicos en la zona rural y mejorarán las posibilidades edificatorias», según explicó ayer la concejala de Urbanismo, Melania Álvarez.

La vivienda colectiva ha sido eliminada en Perlora, salvo en la zona de Perán, se permite la ampliación de la parcela mínima, siguiendo las indicaciones de las alegaciones presentadas, y se posibilita la construcción de viviendas unifamiliares.

En Candás, a la luz de las alegaciones recibidas por parte de vecinos de Regueral y La Matiella, se ha eliminado el viejo trazado del soterramiento, que sí aparecía contemplado en el primer documento de 2010. «De esta forma, no se condiciona el posible desarrollo urbano de la zona a las actuaciones de Fomento», según aclaró Álvarez.

Finalmente, tras diez años de trabajos, Carreño contará con un nuevo PGOU «que mejora el documento de la aprobación inicial», según la concejala, quien destacó que, de las 563 alegaciones presentadas, se han incorporado 302 al documento final, en su totalidad o parcialmente. Para ello han sido necesarias 19 comisiones de Urbanismo desde que, en septiembre de 2010, finalizó el plazo de alegaciones.

Una vez el pleno municipal lo ratifique, el nuevo plan urbano de Carreño será enviado a la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) para su revisión.