Una pregunta: ¿los niños que con sus pelotazos destrozaron el mural de Alfredo, en El Paseín, no tienen padres? Es simple curiosidad y lo del balón sólo una parte del problema. El Ayuntamiento tiene la obligación de mantener el patrimonio, pero entiendo que la población tiene la obligación de no deteriorarlo. El mural no está como está porque Ángel Riego o cualquier concejal de la Corporación le pegase balonazos al grito de «acabemos con la obra de Alfredo». Si el mural está estropeado y no hay solución, es porque, como dice el refrán: «Entre todos la mataron y ella sola se murió». Nadie es culpable, así que miramos al Ayuntamiento. Ahora todo el mundo está indignado y culpa de dejadez a las autoridades. Coincido en que es una pena que se pierda la obra, pero entiendo a la perfección la postura de Alfredo, que ha pedido que se raspe. Los que culpan al Ayuntamiento deberían pensar que el Ayuntamiento son todos y cada uno de los ciudadanos del concejo, y que unos tendrán más culpa que otros.