Logrezana,

Braulio FERNÁNDEZ

«El proyecto de Red Eléctrica en La Reboria destroza toda la zona rural de Carreño», asegura Manuel Martínez García, portavoz de una decena de asociaciones de vecinos, ganaderos y agricultores del concejo.

La negativa de los vecinos es rotunda: no quieren que se instale en la parroquia de Prendes una subestación eléctrica de potencia máxima, tan grande como diez campos de fútbol y con líneas de alta tensión soportadas por torres de una altura cercana a la de edificios de 40 plantas, que ni siquiera existen en Asturias.

«Con los datos en la mano, este proyecto no es necesario», plantea Martínez García, en referencia a las conclusiones aportadas hace escasas fechas por dos profesores universitarios que visitaron Candás para informar a la población. Además, es muy perjudicial: «de seguir adelante el proyecto, Carreño quedará seccionado, cortando de raíz todas las perspectivas de asentamiento, sobre todo de los jóvenes, en la zona rural, y acabando por completo con la actividad del campo».

El asentamiento en la zona rural y la potenciación de la actividad agraria son dos objetivos perseguidos por el municipio, que los ha potenciado en la reciente redacción del Plan Urbano. Además, los vecinos se enfrentan a la depreciación de todo el entorno: «Una casa que te costó sangre y sudor tener, ahora ya no valdrá nada con un campo electromagnético al lado», sentencia el portavoz.

La solución es pelear, algo que los vecinos harán «hasta donde podamos», aseguran, si bien, de momento, se han tomado un pequeño descanso hasta que pasen las elecciones. Lo que ya han conseguido es que les escuchen en el Ayuntamiento; el siguiente paso será lograr que lo hagan también en el Principado. La finalidad de su movilización es simple: «No queremos la subestación en Carreño, sin alternativas, no soportamos más», concluyen.