Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Ángel Riego será reelegido el sábado, por cuarta vez, alcalde de Carreño después de que fracasaran los intentos de PP y Foro Asturias (FAC) de convencer al menos a tres de las cinco formaciones con un edil para que les prestasen su voto en la investidura. Tras alcanzar ayer un entendimiento con la Unión Independiente de Carreño (UICA) y Carreño Unido (CAUN), los dos partidos conservadores se encontraron con la negativa de Unidá Nacionalista Asturiana-Bloque por Asturies (UNA-BA) a alzar la mano a favor de un alcalde del PP o de FAC. Así, la tentativa de cambio en Carreño se queda a un solo voto de hacerse realidad, ya que estaban dispuestos a secundarla ocho concejales y se necesitan nueve para formar la mayoría. El socialista Riego, con sus seis concejales, será investido en segunda ronda, como candidato del partido más votado.

Aunque el que será concejal de UNA-BA, Roberto Holgado, se mostraba ayer «a favor del diálogo», han sido las bases de la coalición las que han pesado en la decisión final. Según fuentes internas, el apoyo a PP y FAC era «imposible desde el principio», aunque finalmente no se hizo oficial hasta la tarde de ayer. Ahora, UNA-BA se decanta por votar el próximo sábado a su candidato, Roberto Holgado, despejando el camino de Ángel Riego hacia su cuarto mandato.

Quien ha liderado las negociaciones para intentar formar un gobierno alternativo, el popular José Ramón Fernández, admitió que la negativa de UNA-BA «cabía esperarla», aunque como cabeza del segundo partido más votado en las elecciones asegura que «teníamos la obligación de intentar ese cambio». Fernández reconoció que las negociaciones fueron bien con CAUN y con UICA. «Había predisposición al cambio en ambas», dijo, aunque al final será insuficiente.

Desde la junta local del PP se consideró factible en un principio alcanzar un consenso con Foro Asturias, Carreño Unido y UICA, como al final ha sucedido. Sin embargo, el perfil de izquierda de la mayoría de las formaciones con un concejal ha supuesto el principal escollo para alcanzar el acuerdo, a pesar de que por ese motivo el PP estudió solicitar que la votación de la investidura fuera secreta.

La composición de la Corporación carreñense seguirá siendo compleja tras la investidura, con ocho partidos políticos, de los cuales cinco solo tienen a un representante. Para llegar a acuerdos plenarios se deberá contar con el apoyo de nueve concejales, de los 17 que hay en total. El PSOE se verá obligado por tanto a pactar, no con uno o dos, sino con al menos tres partidos para asegurar un gobierno estable.

Y esto es así por la pérdida de representatividad de los antiguos socios de gobierno de los socialistas: IU y URAS. Mientras los primeros han visto reducido a un solo concejal su presencia en la Corporación, los segundos han desaparecido de ella. Además, desde la agrupación local de Izquierda Unida se han mostrado en esta ocasión contrarios a un pacto estable con el PSOE, entendiendo que en el apoyo continuado durante los últimos mandatos radica el descenso en el número de votos de un partido que llegó a gobernar hasta en tres mandatos consecutivos en Carreño.