Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Técnicos del Ayuntamiento de Carreño y de la empresa contratada para la instalación de tres semáforos en el puerto de Candás comenzaron ayer el replanteo que da inicio a las obras. Estas labores entrañaron el estudio de la zona donde se va actuar y en la cual se procederá a la colocación de tres semáforos que controlarán el tráfico de vehículos en el muelle local, para permitir el aparcamiento libre en la explanada del puerto.

Según confirmó el alcalde, Ángel Riego, «la empresa cuenta desde ayer con dos meses para finalizar la instalación del sistema de regulación de entrada y salida de vehículos», si bien Riego insistió en que las previsiones pasan por que el dispositivo esté ya operativo antes de que finalice el verano.

Al mismo tiempo, «se ha terminado de pintar la señalización horizontal en la explanada», ampliando hasta 150, aproximadamente, el número de plazas que estará disponible para vehículos autorizados y particulares. «Además, se ha reforzado la pintura de las plazas ya existentes», añadió Riego.

La instalación de los semáforos permitirá habilitar en torno a 70 estacionamientos libres, dependiendo del número de coches autorizados que estén haciendo uso de las instalaciones portuarias en cada momento. Es una medida de choque ante la escasez de aparcamiento en Candás, que en años anteriores condujo a la puesta en marcha de diferentes soluciones, como la eliminación de algunas líneas amarillas en 2007, y el corte de un carril del paseo marítimo para aparcar durante los fines de semana, el pasado verano. El sistema informático que controlará los semáforos será inalámbrico y el coste de su instalación podría rondar los 30.000 euros. Se trata de un dispositivo protegido que evitará el pirateo de la señal.

Por otra parte, coincidiendo con la instalación de los semáforos, se ha producido una queja por parte de la asociación de vecinos de Candás por la inseguridad en la glorieta que da acceso al puerto, justamente la zona donde se colocará uno de los tres semáforos. El pasado sábado, una vecina de Perlora resultó atropellada en el lugar, rompiéndose la cadera como consecuencia del impacto. «Muchos viandantes, involuntariamente, cruzan por la zona de circulación de vehículos, quizás por la falta de un paso peatonal señalizado y también porque el material del suelo se confunde con la acera y parece una prolongación de la misma», según explicó el presidente del colectivo, Luis Fernández. La ausencia de señalización horizontal hace que los viandantes «crucen por diversas zonas, incluida la calzada».

Por ese motivo, los vecinos solicitaran no solo una señalización más eficiente, sino también la colocación de bolardos para delimitar claramente la zona de peatones de la reservada a los vehículos.