Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Candás presume desde hace años de la herencia artística que legó el escultor local Antonio Rodríguez García, «Antón». Y nada mejor que inculcarla ya desde pequeños a los candasinos. Así es que desde hace ya varios años se desarrolla en el museo de escultura, que lleva el nombre del artista, un taller de verano para niños en edad escolar de Infantil y Primaria.

Es una forma de rodear a los más jóvenes de arte, cultura, y también compañerismo, durante los meses de verano.

«Tratamos de que los niños utilicen desde temprana edad los lenguajes artísticos», explica la monitora del programa del taller de verano, Carla Spaggiari. «Queremos que se expresen con los materiales que les damos y así desarrollen su creatividad», añade.

También hay un taller sobre los animales para niños de hasta seis años de edad. «Rodeamos el taller de imágenes artísticas para generar un entorno propicio», dice Spaggiari. De hecho, «las imágenes en este caso son animales, pero vistos desde la perspectiva de Picasso o Durero». Y los jóvenes se dedican a trabajar las ideas que les proponen con barro o cartón.

Se trata de explicar la relación entre animal y hombre a los chicos, por lo que el taller tiene un alto valor educativo. «A través del arte se puede educar», defiende la maestra. Es otra de las virtudes del taller, además de la de favorecer la convivencia de los menores. Pero incluso se les impregna del espíritu de Antón. «Siempre hacemos una programación que incluye el conocimiento de la obra de Antón, pero también del arte contemporáneo, que es menos conocido y más difícil de interpretar», añade Spaggiari.