Nava / Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

La cosecha de manzana de sidra viene este año con un adelanto de entre 10 y 15 días. Así lo indica Jorge García, gerente de la Asociación Asturiana de Cosecheros de Manzana de Sidra (Aacomasi). La razón es que la floración también se produjo primero, aunque García precisa que las temperaturas estivales más bajas de lo habitual han podido ralentizar ahora el proceso. A su juicio, el primero de octubre probablemente ya empiecen a recogerse las variedades más tempranas, cuando otros años el inicio de la campaña solía arrancar a partir del día 10. El lagarero naveto Francisco Ordóñez también ha comprobado cómo en las pomaradas de la familia las manzanas «están empezando a caer», algo que suele suceder a mediados de septiembre.

La impresión popular es que este otoño está llamando a la puerta antes de tiempo. Al menos, esa es la sensación que tiene Gerardo Corte, de Bimenes, quien ha podido constatar en sus paseos diarios cómo los árboles han empezado a desprenderse antes de lo habitual de sus hojas. «Están los caminos, los praos y la carretera llenos de hojas», asegura. Se ha percatado de la especial incidencia de este fenómeno en los nogales, que han adelantado la caída de las hojas a la maduración de las nueces.

El naveto Guillermo Lago Lourido sostiene que afirmar que se ha producido un ligero adelanto del otoño en la naturaleza es algo «muy complicado de medir». No obstante, observando el comportamiento de los árboles que tiene próximos a su casa apunta que el hecho de que durante este verano hayan recibido menos horas de luz solar y que las temperaturas hayan sido también más bajas ha podido incidir en que las hojas anticiparan su caída al mes de agosto, aunque podría tratarse de un hecho aislado.

Este proceso natural de regeneración es aplicable a las personas, que tienden a perder el cabello coincidiendo con el cambio de estación. Lo conoce bien la peluquera naveta Mónica Ordóñez, quien asegura que si lo habitual es que esta circunstancia se produzca a partir del mes de septiembre, ha constatado en muchas de sus clientas que la caída se ha adelantado a principios de agosto.

Aunque la impresión general es que este año la naturaleza sigue ritmos distintos a los del almanaque, los técnicos son más cautos. «No me atrevería a decir que haya un adelanto del otoño porque puede cambiar el tiempo todavía, hacer sol y variar. Puede ser una tendencia de unos días y afirmarlo es aventurado», comenta Enrique Dapena, responsable del programa de Fruticultura del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) y de la estación meteorológica de este organismo. No obstante, Guillermo García, técnico del área agroforestal del Serida, señala que este verano algunas cosechas, como las variedades de arándanos, sí se recogieron antes de lo previsto. Las fabas están «grandes y exuberantes, pero no da la impresión de que esté adelantada», manifiesta.