Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Francisco Álvarez-Cascos llega tarde en Carreño. El presidente del Principado dejó ver en Avilés el viernes que defiende el soterramiento como mejor fórmula para eliminar las vías del tren por el centro de Candás como ya dijo hace más de diez años al frente del Ministerio de Fomento. Cascos metió a Candás en el saco de Avilés y Gijón, única ciudad en la que se han iniciado las obras.

Pero más bien ha perdido el tren. Al menos, el de soterramiento en Candás. El presidente del Gobierno regional -órgano con competencias urbanísticas para dar luz verde a un soterramiento- habla del proyecto más de un año después de que en Carreño se hayan olvidado del proyecto.

El plan de soterramiento de las vías de Feve a su paso por las parroquias carreñenses de Candás y Perlora tuvo su origen hace algo más de una década, ante las peticiones formuladas inicialmente por los vecinos de Perlora, quienes clamaban por la liberación del espacio costero de la Ciudad de Vacaciones y su integración en el resto de la parroquia. El proyecto recibió su primer gran impulso al ser recogido por el Ministerio de Fomento entre los años 2000 y 2002. Entonces, el Estado llegó a aprobar un proyecto que suponía el soterramiento de las vías de tren entre el barrio candasín de El Regueral y El Tranqueru, en Perlora.

Este «metrotrén» contaría con dos paradas, una de ellas situada bajo la ubicación actual del apeadero de Feve en Candás, con acceso por el ahora aparcamiento de El Molín. En Perlora se ubicaría en las inmediaciones de la actual parada. El tramo soterrado alcanzaría, además, en total más de un kilómetro de longitud. El proyecto tenía entonces -sin crisis de por medio- un coste cero, según se explicó, ya que la inversión se compensaba con la liberación de los terrenos adyacentes a la vía. Es decir, con su desarrollo urbanístico. Finalmente no se llevó a efecto, y la última vez que desde el Ayuntamiento se inquirió a la Administración central sobre el mismo fue en 2006.

En el caso del soterramiento entre Candás y Perlora, el Ministerio de Fomento reconoció entonces «no haber acordado ninguna actuación con el Ayuntamiento». Es más, por si quedaban dudas, el Ministerio llegó a redactar el estudio informativo del desdoblamiento de vía Avilés-Gijón, en el que figuraba el siguiente párrafo: «No se contempla el soterramiento de la línea a su paso por Candás».

Y ahí se quedó estancado el proyecto del soterramiento de Cascos, que llegó incluso a compartir con el alcalde de Carreño, el socialista Ángel Riego, por entonces en su primera etapa como primer edil, en una visita de este último a Madrid. Riego buscó acuerdos después de 2006 no obstante, e incluso en 2009 cosechó el apoyo de Feve, ya que su máximo responsable, Ángel Villalba, de visita por Candás, mostró su disposición a transmitir a Fomento la necesidad de enterrar las vías. Sin embargo, una vez más, el proyecto chocó con el Ministerio de Fomento.

Pocos meses después, se redactó un nuevo Plan de Ordenación Urbana y, pese a la insistencia vecinal, se desestimó siquiera la opción de dibujar el soterramiento futuro de las vías, que ahora sólo existe en el recuerdo del presidente regional.