Perlora,

Braulio FERNÁNDEZ

A falta de turismo, bueno es el petróleo. Solo dos semanas después de que el Gobierno del Principado anunciase que la crisis impedirá que se reflote la Ciudad de Vacaciones de Perlora -cerrada y para la que solo hay previsto a corto plazo un estudio de viabilidad empresarial- ahora se anuncia que el recinto residencial es el vértice noroeste de un área para el que se ha concedido un permiso de investigación para la búsqueda de hidrocarburos. La empresa que llevará a cabo esas investigaciones está integrada por Petroleum Oil & Gas España, Hunosa y Vancast Exploración, en una superficie de 18.657 hectáreas, que se ubica en los concejos de Gijón, Siero, Noreña, Sariego, Villaviciosa, y Carreño, desde Perlora hacia el Este, incluyendo casi la totalidad de la Ciudad de Vacaciones.

La noticia ha cogido por sorpresa a los dirigentes municipales, que ayer declinaron hacer una valoración sobre la cuestión hasta que consigan ponerse en contacto con el Principado. El recinto turístico es de titularidad regional.

Sin embargo, sí opinaron desde la Asociación de Vecinos de Perlora, desde donde se siguen con mucha atención todos los movimientos regionales en torno al que hasta 2006, y durante cinco décadas, fue el motor económico de la parroquia. «No creemos que vaya a tener una importancia significativa para la ciudad, se harán prospecciones que no deberían generar molestias, y si hay indicios de la existencia de petróleo o gas, entonces sí perforarían», explicaba ayer José Félix Caballero, presidente de ese colectivo.

Otra cosa sería que se encontrase petróleo bajo el verde y azul del recinto turístico más grande de Asturias. «A menos que coincida justo debajo, incluso la perforación podría realizarse en otro emplazamiento, fuera del complejo», añade Caballero. Está claro, en su opinión, que la actividad de topógrafos y sismógrafos «no es incompatible con el desarrollo de las actividades de esparcimiento y ocio que hoy en día tienen aún lugar en Perlora». La prospección no genera molestias, ya que se limita a técnicos con instrumental de pequeño tamaño.

Y en el caso de que sí que se encuentre una gran reserva de petróleo bajo el emblema del turismo sindical, entonces irrumpirá en Perlora el oro negro como una alternativa de futuro.