Candás, Gonzalo BENGOA

El premio de la Lotería Nacional llegó a Candás la noche de Reyes, un día antes del Sorteo del Niño. Heliodoro García del Busto, lotero de la administración número 1 de la villa marinera, aún no sabía ayer cuánto dinero repartió «porque vendí una serie del número premiado, pero es posible que haya devuelto alguno», confesó. Cada décimo del 80847 jugado el pasado jueves tiene un premio de 30.000 euros. Lo que parece tener claro Heliodoro es que de su administración no salió el décimo especial del número, agraciado con el primer premio, 1,2 millones de euros. «Pienso que ni siquiera se debió imprimir», cree el lotero.

Eso sí, sabe que ha dado más de una alegría a varios vecinos de Candás, que ayer celebraron los regalos de Reyes «con un pellizco de dinero». Una de las afortunadas fue Viña, una mujer que prefiere no aportar más datos «para que no me reconozcan como una de las premiadas». La vecina de Candás lleva «toda la vida jugando al mismo número, pero finalmente que tocó con otro distinto al que probé el pasado jueves». La mujer estaba ayer «muy contenta, satisfecha y con una alegría que me desborda». Viña estaba esperando que llegasen a casa su hijo, «que ahora está en el paro», su nuera y una nieta de 15 años. «Desde luego, está siendo un día de Reyes muy especial», comentó exultante la mujer, que tiene afición a jugar a la lotería «igual que la tenía mi madre, ya fallecida». «Nunca me tocó nada, pero este año está siendo muy especial», confiesa la candasina.

En una cafetería de la villa marinera otro vecino se enteró que tenía el décimo premiado con 30.000 euros, gracias a la dueña del establecimiento. «Me enteré de que había tocado en Candás y que el número terminaba en 7, como el que tenía el cliente», comenta Conchita González, de la cafetería Armu, a escasos metros de la administración de lotería. «Subió a casa a por el décimo y efectivamente tenía el número agraciado», comenta la mujer poco después de que el afortunado se marchara del café cansado de que los vecinos le abordaran a felicitaciones.

Heliodoro estaba satisfecho por el premio. «Estoy muy contento de poder dar una alegría al pueblo», comenta tras recibir la llamada de Lucas, el responsable de la administración de lotería de Luanco. «Somos rivales, pero muy buenos amigos», confiesa Heliodoro, quien asegura que «no hay mayor satisfacción que dar alegrías a los demás». El lotero de Candás agradeció al de Luanco la llamada. «Le felicité cuando la suerte la repartió él y ahora me devuelve la llamada, una actitud muy digna por su parte», destaca el lotero candasín,

Heliodoro estaba feliz junto a su tía Josefina García, que fue la anterior lotera de Candás desde 1951. También tuvo premios en su época, pero recuerda que «siempre fueron números que devolvía». Cuestión de suerte.