Candás,

B. FERNÁNDEZ / L. A. V.

El caso del robo de 4.800 euros del premio de la lotería del Niño del Candás Club de Fútbol dio ayer un giro brusco e inesperado. El presidente de la entidad, Iván Sampedro, presentó su dimisión irrevocable y retiró la denuncia del robo después de ser detenido por la Guardia Civil por simulación de delito. A la renuncia del máximo dirigente del club siguieron las de tres de sus directivos, lo que, sumado a las tres dimisiones que se produjeron al día siguiente del robo, deja al Candás con menos del mínimo exigido por la Federación y, por tanto, abocado a un proceso electoral.

El propio Sampedro admite que la Benemérita es escéptica sobre la veracidad de su historia: «Me dijeron que tenían dudas, entre otras cosas porque las lesiones les parecían demasiado leves para un atraco como el denunciado». Según el dirigente, dos hombres parcialmente encapuchados irrumpieron el 19 de enero en la taquilla del campo de La Mata y, mientras uno se quedaba vigilando a la entrada, el otro lo arrojó contra un mueble y posteriormente contra una estantería llena de trofeos. Como consecuencia de este último golpe, asegura Sampedro, perdió la consciencia durante aproximadamente diez minutos. Al volver en sí, afirma, faltaban los 4.800 euros que se disponía a recoger para pagar a los socios.

Las dudas sobre la gestión que había realizado el club de la lotería llegaron algunos días después, cuando varios socios denunciaron la existencia de algunas papeletas irregulares, sin el sello pertinente. El club fijó un primer día para el cobro del premio, pero el dinero no dio para pagar a todos los beneficiados, por lo que fijó un segundo día, en el que supuestamente se produjo el robo.

La entidad convocó hace una semana una asamblea extraordinaria en la que los socios renunciaron a presentar una moción de censura y confirmaron en el cargo a Sampedro, que admitió que existían algunas deudas pero que el club tenía viabilidad.

En el encuentro con la Guardia Civil, Sampedro firmó una declaración en la que reconoce que no existió el atraco aunque, sostiene, «yo sigo pensando que fui robado. Si seguía adelante con la denuncia me dijeron que investigarían mis cuentas bancarias y las del club, por lo que he decidido que las acciones que sigan estén desligadas del Candás CF». De momento, el dirigente tendrá que pagar una sanción económica para paliar los gastos ocasionados a los investigadores y se encuentra en libertad.

Respecto a su dimisión como presidente, el ex dirigente manifiesta ser objeto de «ataques y amenazas; pero como el club está por encima de mi persona, y para separar una acción de otra, presento mi dimisión» e insiste en que las cuentas de la entidad están «inmaculadas». Más aun: Sampedro asegura que se hará cargo no sólo del pago de lo que queda de lotería, sino de deudas que el Candás mantiene con dos futbolistas desde el pasado 2011.

«Sé que la gente va a pensar que he mentido, pero no me queda otra que retirar la denuncia y, por lo tanto, asumo que no puedo sostener la versión de los atracadores», asevera Sampedro.

Mientras la crisis sacude los despachos del Candás, el equipo de Tercera División sigue luchando en el campo por entrar en la promoción de ascenso y esta jornada tiene un importante partido, ante el Luarca.

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