Miles de personas desafiaron el mal tiempo y abarrotaron las carpas habilitadas por la Asociación de Festejos donde se desarrolló la Fiesta de los Güevos Pintos, que cada año se celebra el martes después del Domingo de Pascua en Pola de Siero.

Declarada de Interés Turístico Nacional en 1968, esta cita obligada del calendario festivo asturiano aglutinó a una multitud de asturianos alrededor de los huevos decorados, alma de esta celebración.

Por la mañana tuvo lugar la tradicional bendición de los Güevos Pintos, a cargo del párroco local, Juan Bautista Álvarez, a la que siguió la actuación del grupo folclórico «El Ventolín» y la entrega de premios del concurso escolar. La ruptura de la espicha del tonel de sidra fue el pistoletazo definitivo para animar a la gente a disfrutar de esta fiesta singular.

Redacción LNE