Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

El PP se queda en Siero, el cuarto concejo de Asturias, sin grupo municipal y sus dos únicos ediles -José Manuel Llera y David Ordóñez- deberán irse al Grupo Mixto. La reciente crisis de los populares -por la moción que ha aupado a Foro a la Alcaldía con el apoyo de cuatro concejales del PP que han sido expulsados- ha dejado maltrecho al partido en Siero. El organigrama planteado por el PSOE de Siero a principios de mandato, antes de perder el gobierno, lleva al PP a quedarse sin grupo, ya que se decidió que todos los grupos que tuvieran menos de tres ediles pasarían al Grupo Mixto.

El criterio del secretario municipal es claro en este sentido. Considera que un acuerdo plenario no es el medio más adecuado para regular la composición de los grupos políticos municipales, que deberían estipularse en un reglamento orgánico, pero cree que «está claro que el acuerdo adoptado, al devenir firme y consentido, es plenamente ejecutivo debiendo de aplicarse».

Para evitar que los ediles populares pasasen al Grupo Mixto debería haber otro acuerdo plenario, y en este caso, según el secretario, se debería tener en cuenta que la Plataforma Vecinal de La Fresneda también tiene dos ediles, y cualquier decisión que otorgase grupo al PP y no a los de La Fresneda supondría un agravio comparativo.

Otro de los flecos pendientes del nuevo gobierno -que hoy se elige en el Pleno-, el de las retribuciones, también ha quedado claro. El secretario considera que los ediles no adscritos pueden ocupar cargos y también tienen derecho a estar en las comisiones. Además, señala que los no adscritos tienen los mismos derechos que los demás en cuanto a retribuciones e indemnizaciones. El artículo 73 de la ley de Bases Reguladoras del Régimen Local estipula que «los derechos económicos y políticos de los miembros no adscritos no podrán ser superiores a los que les hubiesen correspondido de permanecer en el grupo de procedencia, y se ejercerán en la forma que determine el reglamento orgánico de cada Corporación».

Cabría interpretar conforme a este precepto que la edil Engracia Valle no tendría derecho a una liberación. Sin embargo, la jurisprudencia señala que el derecho a ser remunerada por un cargo que le exigirá más dedicación permanece intacto, y que los únicos derechos económicos que pierden los ediles son aquellos que les correspondían cuando pertenecían a un grupo político municipal.

Los ediles, eso sí, no podrán formar parte de la Junta de Portavoces, que está reservada a los grupos políticos, y tampoco podrán representar al Ayuntamiento «en órganos propios del mismo o externos a la Corporación, siempre y cuando que las normas creadoras, reguladoras u organizadoras de estos organismos atribuyan esta representación en función a la pertenencia a un determinado grupo municipal». Tampoco les corresponderá recibir apoyo material para el desempeño del cargo. Sin embargo, se señala que hay un precedente: el alcalde del PP José Antonio Noval se lo concedió en el pasado mandato a los ediles no adscritos del PSOE.