El extraño viaje de Víctor Coyote

«Dicen que mis discos son raros, lo cual me parece bien. Objetivo cumplido». Víctor Aparicio Abundancia, o Víctor Coyote, si lo prefieren, se refiere con estas palabras a sus trabajos musicales. El que fuera líder de la legendaria banda «Los Coyotes» y pionero del rock latino en España regresa a Asturias, después de cuatro años, con la intención de dar a conocer su último disco, «Dos años luz y cuarto». El viernes actuará a las once de la noche en el pub La Escalerona de Pravia y el sábado, a las nueve, en la sala Monkey de Gijón.

Víctor Coyote (Tui, 1958) es un artista inquieto, con todo lo que ello implica. Diseñador gráfico, pintor, realizador de videoclips, escritor y, por supuesto, músico. A finales de los setenta inició su trayectoria al frente de «Los Coyotes», formación que se forjó a ritmo de rockabilly y que emergió en plena movida como avanzadilla del rock latino patrio. Tras coquetear con el funk o los sonidos caribeños, el conjunto se acabó desvaneciendo cuando los ochenta agonizaban y Víctor se centró en cuerpo y alma en su faceta de creador gráfico hasta que en 1995 regresó a los escenarios. Desde entonces ha editado cuatro discos, el último en 2011.

Su regreso a los escenarios asturianos cuenta con la compañía de Javier Santos. Se trata de un retorno acústico cuyo repertorio está integrado en su mayoría por temas del disco «Dos años luz y cuarto». «También tocaremos alguna de "Los Coyotes"», comenta Víctor Coyote, el cual señala que, de todos modos, no pretende hacer un ejercicio de nostalgia. El propio músico denomina su último trabajo como «glam-folk», un género que se inspira, por ejemplo, en músicos británicos como Steve Harley o en la «Alex Harvey Band». «Me interesaba el sonido folk. A veces me parece que se hace con demasiada seriedad», señala. «Hallo mis influencias en los sitios por los que me muevo, no en Yellowstone», enfatiza.

Cabe señalar que Víctor Coyote ha diseñado dos carteles con motivo de su incursión en tierras asturianas. «Hay una recuperación del cartel de concierto. Hago uno diferente para cada zona en la que actúo», afirma. En esta ocasión se ha inspirado en los cuervos del escudo de Pravia. «Tengo una gran afición por el piragüismo y conocía la existencia del Club Los Cuervos», reconoce. Y, como prueba de su afición, añade: «Ya estoy deseando ir a Candás para dibujar unos gorilas».