Candás, B. FERNÁNDEZ

El pintor candasín Alfredo Menéndez ha aceptado que se reproduzca en cerámica su mural de la salve marinera candasina, que jalona una de las paredes de la plaza de El Paseín y que se encuentra en mal estado. El artista, reticente en anteriores ocasiones a que la pieza fuese restaurada, ha dado permiso al Ayuntamiento para llevar a cabo la reproducción de la obra, que representa una escena típica de finales del siglo XIX, durante la celebración de la Pascua.

«No me importa que lo hagan; a ver si me quitan el problema de encima», declaró ayer Menéndez sobre la nueva idea municipal de crear una copia en cerámica de su pintura, para evitar su desaparición, a causa de la humedad y de otros agentes externos.

«Me han dicho que se trata de hacer una cerámica a raíz de las fotos originales de la pintura y hacer la transferencia», explica el autor sobre el proceso que pretende llevar a cabo el Ayuntamiento. De hecho, las fotografías del mural nada más ser pintado ya obran en poder municipal, según reveló. «Me da de lado, ya que estoy muy disgustado con el tema», dijo a renglón seguido. Menéndez ya denunció hace tres años el mal estado en que se encuentra el mural, a causa ya no de la acción del paso del tiempo o de la meteorología, sino del descuido por parte de los vecinos.

«El problema fue que no hubo respeto ni autoridad», reconoce ahora. Y es que la pintura se encuentra muy deteriorada, con golpes visibles y pérdida de color, a causa de los balonazos que recibe de los juegos de pelota que se permiten en el lugar, pero también de la humedad de un balcón en su parte superior que no tiene canaleta y que filtra el agua hacia el mural, según reveló el pasado año un informe realizado por un equipo de restauradores avilesinos.

Eso sí, y tal y como había anticipado la concejalía de Cultura, la labor de transferencia de la obra a cerámica, para asegurar su perpetuidad, será supervisada por el propio Alfredo Menéndez, según admitió ayer él mismo.

Esto conllevará una reproducción, bien en el lugar o por medios digitales, del mural a través de la impresión con fotos y sin necesidad del pintado manual.

La pintura de El Paseín está considerada una de las piezas más preciadas del museo al aire libre de Candás. Se trata de un mural de casi diez metros de largo obra del pintor de otras obras como los dos que adornan la fachada de la fábrica de Albo.

El mural de Menéndez representa una escena típica de finales del siglo XIX durante la celebración de la Pascua, y en ella aparecen reflejadas algunas características de la población candasina del momento.