Pola de Siero,

Lucas BLANCO

Nunca antes el termómetro de Manuel Noval Moro había subido hasta niveles tan elevados. Quizá tuvieron que ver el rubor que le supuso tener que atender una gran cola para dedicar ejemplares o el casi lleno total que presentó una de las salas del auditorio de Pola de Siero para la puesta de largo de su obra recopilatoria de artículos publicados en LA NUEVA ESPAÑA en los últimos cinco años, bajo el nombre del medidor de temperatura.

El caso es que la fiesta que el periodista tenía preparada no defraudó a nadie. La colaboración estelar del también periodista y amigo de Noval Moro Ángel García fue clave para lograr un ambiente en el que las risas y el bueno rollo hicieron las veces de gratos acompañantes para desglosar a grandes rasgos las claves de la publicación.

Nadie quiso faltar a la cita en la que salía a la luz pública esta radiografía de la historia reciente del concejo de Siero vista desde la óptica de uno de los profesionales que mejor conocen sus tierras. Desde la familia hasta los amigos, pasando por vecinos agradecidos, compañeros de profesión y la plana mayor de la política municipal. El actual alcalde, Eduardo Martínez, y sus predecesores en el cargo, Guillermo Martínez (ahora consejero de Presidencia) y José Antonio Noval tampoco faltaron como testigos de excepción de dichos artículos.

García fue el piloto escogido para una presentación algo atípica en la que el formato entrevista hizo aflorar los secretos y la forma de afrontar la redacción de los artículos del autor. Noval Moro se definió como un articulista «nada valiente» por no meterse con nadie en sus reflexiones, las cuales cree que son «fruto de las obsesiones», y defendió su preferencia por «la eficacia de la palabra» frente a la «pirotécnica verbal».

No faltaron tampoco numerosas anécdotas de varias etapas de su vida que quedaron, de una u otra manera, plasmadas en alguna de las entregas de su artículos, primero semanales y más recientemente quincenales, las cuales sacaron las sonrisas y aplausos de algunos asistentes que se sintieron partícipes de la mismas, sobre todo en la última parte de la presentación, en la que se abrió el coloquio a todo el público.

De la misma forma, hubo también tiempo para ahondar en las valoraciones del periodista acerca de la actualidad. Así, de la política municipal dijo que quizá Siero necesitara una mayoría política clara del signo político que sea para «hacer cosas valientes e impopulares a corto plazo» y también llegó a asegurar que la crisis económica «suena a trampísima», al mismo tiempo que admitió no tener conocimientos económicos, pero puso como ejemplo su incapacidad para entender cómo una sola frase puede hacer variar los índices bursátiles.