Villanueva (Santo Adriano),

Lorena VALDÉS

Un cojín de coche atrapado en un árbol, plásticos de empacar, trozos de mangueras y colchones viejos, sartenes, latas, bolsas de basura... Estos objetos forman parte del inventario de residuos que recogieron ayer miembros de la asociación «Sendas de Asturias» acompañados de un grupo de alumnos de primero de Bachillerato y profesores del Colegio San Ignacio de Loyola, de los Jesuitas de Oviedo, en la Senda del Oso, a su paso por el concejo de Santo Adriano, así como en las márgenes más accesibles del río.

«Con esta actividad pretendemos concienciar a los ciudadanos de la necesidad de valorar el potencial natural, ecológico, cultural y económico que representa la Senda del Oso para los valles del Trubia», explica Manuel López, presidente del colectivo «Sendas de Asturias». Sorprendidos de toda la basura acumulada en apenas un par de kilómetros, Guillermo Iglesias y José Asensi, dos chavales que forman parte del departamento de servicios comunitarios del centro, aseguran que «aunque cuesta madrugar un sábado merece la pena el esfuerzo, porque da mucha pena ver una senda tan visitada así de sucia».

En este sentido, el equipo de voluntarios de limpieza está de acuerdo en que «tanto desde la Fiscalía de Medio Ambiente como del Seprona deberían tomarse medidas respecto a los basureros pirata y la limpieza de los embalses, ya que las imágenes de tanta basura acumulada son desoladoras».

Tras toda una mañana de trabajo, la brigada de limpieza logra seleccionar en doce bolsas enormes los residuos recogidos para transportarlos posteriormente en un tractor hasta los contenedores de reciclaje de Villanueva. «La actividad continuará en próximos días hasta llegar a Santa Marina, en Quirós, y Cueva Huerta, en Teverga», adelanta el presidente del colectivo «Sendas de Asturias».

A más de uno se le ocurrió ayer, mientras recuperaba objetos tan dispares, que junto a los carteles de la senda deberían poner fotografías de la basura acumulada.