Pola de Siero,

Franco TORRE

La red de aguas de Siero se queda pequeña. El imparable crecimiento del concejo (que ha aumentado en 10.000 habitantes en el último cuarto de siglo para llegar a los 52.441 censados en la actualidad), unido a la ausencia de inversiones para ampliar y modernizar unas infraestructuras que, en su mayor parte, tienen varias décadas de funcionamiento, ha derivado en un escenario preocupante. Será necesario concretar importantes inversiones a medio plazo si Siero no quiere ver comprometido su abastecimiento de agua.

La mayor parte del territorio sierense -incluyendo sus cuatro grandes núcleos urbanos (Lugones, Pola, La Fresneda y El Berrón), las zonas industriales de Granda y Viella y las parroquias mineras de Lieres, Valdesoto, Santiago de Arenas y Carbayín- disfruta del suministro del agua que proporciona la red del Consorcio de Aguas de Asturias (Cadasa), cuya conducción principal para el centro de la región atraviesa el territorio sierense de Este a Oeste.

Esta conducción suministra agua al cuarto concejo en cinco arquetas: Carbayín, Pola de Siero, Granda, La Fresneda y la del acuartelamiento de Cabo Noval y La Barganiza, actualmente en desarrollo. A estas arquetas están vinculados una serie de depósitos que, en definitiva, son los que recogen el agua que consumen los vecinos y las empresas. Aquí reside el principal problema, ya que el volumen de agua que pueden almacenar estos depósitos no satisface las necesidades de la población.

El caso más flagrante es el que afecta a Pola de Siero. Los depósitos vinculados a esta arqueta, principalmente los de El Rebollar (con capacidad para 2.000 metros cúbicos) y El Berrón (400 metros cúbicos), no pueden almacenar la suficiente reserva para abastecer a la población en caso de avería, ya que Pola y las localidades cercanas consumen, según fuentes municipales, más de 5.800 metros cúbicos al día, cuando la capacidad de almacenamiento es de 2.640 metros cúbicos.

Mientras el agua siga fluyendo, esto no es un problema, pero en el caso de que haya un cese del abastecimiento, por una avería o por cualquier otra causa, esos núcleos de población sólo tendrán agua para 10 horas, cuando la recomendación de los expertos es que sea de 48 horas.

El resto de los sistemas está algo mejor. En Granda, que suministra agua a la zona industrial y a Lugones, donde se consumen unos 7.000 metros cúbicos diarios, hay dos depósitos que tienen una capacidad conjunta de 4.800 metros cúbicos, además de otro en El Carbayu con capacidad para 800 metros cúbicos. Además, el desarrollo de la red de La Barganiza está vinculado al del polígono de Bobes, que incluye el depósito de Cotorbán, de 12.500 metros cúbicos, lo que aliviará las necesidades de la zona.

La Fresneda, en cambio, cuenta con un depósito de 2.500 metros cúbicos, que satisface sobradamente las necesidades de la urbanización (unos 1.000 metros cúbicos). Por su parte, en Carbayín, Lieres y Valdesoto se localizan varios depósitos de pequeño tamaño que tienen una capacidad de 3.120 metros cúbicos, sobre un consumo diario de 2.028.