Candás (Carreño),

Ana B. CUERVO

«¡Esto es una vergüenza!», «¡está todo descuidado!». Así protestan tres jubiladas ante la imagen de la Senda de Rebolleres, en la villa de Candás. La maleza cubre el asfalto de la ruta, las vallas protectoras de madera están rotas y a los bancos, localizados a lo largo de la senda para que los paseantes descansen, les faltan barras.

«Pasamos muchas horas por aquí, porque es un lugar muy guapo, pero lo disfrutaríamos mucho más si estuviera arreglado», asegura Isolina González, vecina de Candás y habitual de la senda.

Actualmente sólo está segada y limpiada una pequeña zona de la Ruta de Rebolleres. «La limpiaron porque era aquí donde se celebró el Festival de la Sardina, pero todavía no limpiaron los restos del aceite que se cayó por el suelo», explica Jesús Barbón, un veraneante que tiene casa en Candás desde hace varios años. «Cada vez que vengo está peor», añade. Barbón no cree que la falta de limpieza por parte del Ayuntamiento -los encargados del mantenimiento de la ruta- se deba a la crisis. «Es un problema de dejadez», asegura.

«Pagamos todos los impuestos que nos mandan, pero los resultados no se ven», denuncia Obdulia Álvarez, otra vecina de Candás que pasea todas las mañanas por la zona. «Llevamos desde mayo reclamando al Ayuntamiento para que tomen medidas con esto, pero nada», añade Álvarez.

El acceso a la playa de Rebolleres también está imposible. Desde las graves inundaciones de hace dos años, las malas hierbas cubren los escalones, que, además, muchos de ellos están rotos. Por este motivo bajar a esta playa se vuelve casi una misión imposible. «Esto está calamitoso. La gente tiene miedo a bajar porque si te caes, luego quién te saca de ahí», se pregunta Jesús Barbón.

«Nadie mira para la senda, lo poco que se hace lo tienen que hacer los propios vecinos con sus recursos», advierte Faustino Gutiérrez, que hace más de veinte años que pasa el verano en la villa.

Los vecinos de la capital del concejo de Carreño también denuncian que la gente que va a pasear por la zona tira basura y luego no la recoge. No obstante, no todos los que conocen la Senda de Rebolleres comparten la misma opinión. «Es una ruta ecológica, con mucho verde, debería de haber más sitios como éste en Castilla y León», asegura Vicente Alonso, un turista de Burgos que está pasando unos días en Candás con su familia. «Tendrían que anunciarla más. Estoy seguro de que así vendría más gente, porque es una ruta muy bonita», añade el burgalés, a quien no le molesta la maleza de Rebolleres.