Albandi,

Braulio FERNÁNDEZ

Un mastín de unos 40 kilogramos de peso conmocionó ayer a la parroquia carreñense de Albandi al atacar y morder a cuatro personas de avanzada edad, entre ellas su propia dueña. El suceso tuvo lugar pocos minutos después de las once de la mañana, cuando una pareja de ancianos pasaba junto a una finca en el barrio de Caicorrida. El perro, que se encontraba amarrado junto a una cuadra, se alteró ante el paso de los vecinos y, tras deshacerse de sus ataduras, se abalanzó sobre la mujer. En su auxilio acudió su marido, que también resultó atacado por el perro y sufrió dentelladas de diversa consideración, según informaron fuentes policiales.

Los ladridos del perro, así como los gritos de las dos personas atacadas, llamaron la atención de la dueña del mastín, que se encontraba en compañía de una hermana. El perro atacó primero a esta última y, cuando la dueña intervino, también resultó mordida en un brazo por el animal. No obstante, la propietaria del mastín mantuvo la serenidad y, a pesar de llevar al perro colgando del brazo, según testigos presenciales, pudo dirigirse al lugar donde este se encontraba atado antes del ataque y logró encerrarlo. El animal se mostraba muy bervioso.

Las cuatro víctimas del ataque, todas ellas mayores de 74 años, necesitaron asistencia sanitaria para curarles las heridas ocasionadas por el perro, en general de carácter leve. Una de ellas, no obstante, hubo de ser trasladada al hospital de Jove debido a la profundidad de la mordedura, que hizo necesaria una limpieza de las heridas para evitar el riesgo de infección.

La Policía Local de Carreño, que recibió el aviso del ataque del perro cuando pasaba un cuarto de hora de las once de la mañana, se personó en la finca de Albandi y, tras asegurarse de que el animal no podía volver a atacar, presentó diligencias por el incidente, con un parte de lesiones, en el Juzgado de guardia y, asimismo, dio parte del incidente a la Consejería de Medio Rural y Pesca. Con los agentes del orden también llegó hasta el barrio de Caicorrida un equipo veterinario desde Candás, que suministró varios calmantes al mastín, que aún se encontraba muy nervioso después del ataque.

Por otra parte, también ayer una mujer necesitó asistencia médica tras recibir un golpe en la cabeza mientras se encontraba en la terraza de un bar en la plaza candasina de El Cueto, a causa de un desprendimiento de la fachada del edificio. La mujer, que estaba acompañada de un bebé de pocos meses, necesitó cinco puntos de sutura para cerrar la brecha de dos centímetros provocada por los cascotes.