Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El camino de casa al colegio se ha vuelto resbaladizo en Candás. Desde el pasado 1 de agosto, cuando tuvo lugar el Festival de la Sardina, declarado de interés turístico regional, el paseo de San Antonio, donde se celebra, no ha sido limpiado convenientemente. Según las denuncias efectuadas por padres de alumnos y vecinos en general, «es vergonzoso que, dos meses después, todavía esté la acera llena de grasa. Es insalubre, pero es aún peor que el aceite de las vallas del colegio pase a las manos de nuestros hijos», lamenta Jorge García, un padre molesto con la situación.

«Las manchas de aceite o grasa están a lo largo de todo el paseo, hasta la entrada al colegio y al Instituto», se queja otro vecino, Isidro González, quien, de paso, reclama también atención para el parque situado al otro lado del paseo, conocido como Senda de Rebolleres. «Hace meses que no se poda ni se desbroza en ese lugar, y la maleza en algunas zonas es tan alta como los viandantes», indica.

Durante la celebración del Festival de la Sardina de Candás se colocaron siete puestos de gran tamaño para asar pescado, en los cuales se ubicaron varias planchas en las que se prepararon más de 4.000 kilos de sardinas en una sola tarde. Los participantes limpian sus planchas y demás instrumental esa misma noche, o al día siguiente, dejando no sólo restos de comida en el paseo, sino también importantes manchas de grasa. Son estas las que perduraran más allá del festival, debido a que no se emplearon pistolas de agua a presión.

La denuncia de la ausencia de limpieza en el paseo de San Antonio se suma a las anteriormente realizadas por la Asociación de vecinos de Candás con respecto a diversas zonas del casco urbano, como el barrio de La Cruz y la misma Senda de Rebolleres, todas ellas durante el verano. El colectivo vecinal califica de «preocupante situación de dejadez y abandono» lo que sucede con la limpieza en la villa.

Los planes del gobierno municipal a este respecto pasan por mantener «reuniones con la Jefatura del servicio y trabajar en alternativas constructivas» porque, tal y como admite la portavoz del gobierno, Amelia Fernández, «queremos un mayor control y un mejor servicio de limpieza con nuestros recursos». Estos recursos, puntualiza, son limitados. «La plantilla tiene la dimensión que tiene», concluye.

Así las cosas, la polémica por la falta de limpieza en el casco urbano de Candás continúa una vez pasado el verano. El Pleno de Carreño debatió y rechazó el pasado jueves una moción del PP para efectuar correcciones en el servicio de limpieza que redundaran en un mayor aprovechamiento de los recursos y en mejores resultados. En esta línea, el Ayuntamiento acaba de contratar los servicios de la empresa Urbaser para que realice la «limpieza viaria en fines de semana y festivos en el casco urbano», renovando así un contrato ya existente, por valor de 46.533 euros, y que se prolongará 12 meses más.

La limpieza del casco urbano los fines de semana se privatizó hace dos años. Hasta entonces se empleaba personal municipal, que realizaba los trabajos de forma «voluntaria». Diferencias con el gobierno en los emolumentos percibidos por los «voluntarios» llevaron a la contratación de Urbaser.