Pravia, Sara ARIAS

Un pequeño homenaje a las mujeres rurales, a su trabajo dentro y fuera de casa y en muchas ocasiones no lo suficientemente reconocido. Pravia se vuelca durante el fin de semana con sus féminas en la segunda edición del «Día internacional de la mujer rural» en el polideportivo del IES de Pravia. Pero no sólo de trabajos duros y sacar la familia adelante trata esta exposición, sino que va más allá: es un guiño a las labores y actividades que las asociaciones vecinales hacen en Pravia, desde coser ropa para bebés y las conservas caseras hasta la elaboración de tortos para todos los visitantes que se quieran marchar con el estómago lleno.

El homenaje femenino se inició ayer con una exposición de los trabajos y actividades de catorce asociaciones de mujeres de la comarca y un mercado con veintidós empresarias y emprendedoras, «un impulso para que después de mostrar aquí su trabajo articulen otros métodos de venta», explica la edil de Mujer, Valle Iturrate. Una apuesta por el movimiento asociativo en el concejo, que en los últimos ocho años ha crecido exponencialmente.

«Me parecen muy bien iniciativas de este tipo porque podemos mostrar lo que hacemos», declara Sandra Álvarez desde su puesto de artículos de fieltro. Al lado, su hija Alejandra Carrión aprende con Esperanza Medina los trucos de la buena alfarería tradicional. Medina insiste en que estas actividades «deberían hacerse más a menudo, nos servirían para cambiar impresiones y hacer cosas en conjunto».

Por otro lado, estaban las asociaciones, con toda la maquinaria anual de trabajo encima de las mesas. Algunas incluso se atrevieron con la práctica, como las miembros de la Asociación de Mujeres de Agones, que se dedicaron a cocinar tortos y frixuelos. Para ello se llevaron al polideportivo hasta las cocinas: «¡En vez de amas de casa parecemos tomboleras!», exclama Virginia Menéndez entre risas con sus compañeras. Pravia se pone a los pies de las mujeres rurales.