Carreño

Candás, pendiente del saneamiento

El barrio de Santarúa sufre desde hace siete años problemas de aguas fecales mientras espera por la conexión al colector

Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Siete años llevan esperando los vecinos del barrio candasín de Santarúa y de la calle Carlos Albo Kay, en pleno centro de la villa, por una conexión de sus edificios con el colector general de saneamiento. Sin ella, cada vez que llueve se repite la misma historia.

«Hay vecinos con problemas de aguas fecales en los bajos y sótanos», señala el presidente de la Asociación de Vecinos de Candás, Luis Fernández, quien añade que, «en algunos edificios, cuando llueve mucho sale el agua por el fregadero, a chorro, como un géiser». La explicación es que «los desagües que van al río, cuando este sube de nivel a causa de la lluvia, canalizan todo hacia los edificios».

La asociación lleva siete años reclamando la puesta en marcha del saneamiento en el centro de Candás para evitar, además, la triste imagen de las aguas fecales desembocando en la playa de La Pregona. «Con fecha de octubre de 2005, considerando la urgente necesidad de dotar a esta zona del saneamiento adecuado, exigimos al Ayuntamiento la realización del oportuno proyecto y la correspondiente consignación presupuestaria para abordar esta obra», señala Fernández.

Pero el tiempo pasa y la solución no llega. «Siete años de esporádicos vertidos, mareando la perdiz, con promesas y con ineficacia municipal», resume el portavoz vecinal.

Fue en aquel octubre de 2005 cuando se adquirió verdadera conciencia del problema. «Desde entonces se comprobó que algunos edificios de Candás, en su mayoría de la zona de Albo, no estaban conectados al saneamiento general y actualmente vierten sus aguas residuales al sufrido río Rita», alega.

Según la asociación vecinal candasina, las calles de Carlos Albo y Pedro Herrero, que están situadas sobre el cauce del río Noval o Rita, que desemboca en la playa de La Pregona, no son las únicas sin saneamiento en la capital del concejo. «Hay indicios de otras edificaciones de la villa que no están conectadas a la red de saneamiento y que están sin identificar», señala el portavoz vecinal. «El volumen de aguas residuales que circula por el emisario del cabo San Antonio» así lo indica.

Por más que se reclama, el saneamiento sigue quedando en el olvido cuando se redactan los presupuestos. «Es urgente dotar a la zona de Carlos Albo del saneamiento adecuado, pero el Ayuntamiento parece haber aparcado el proyecto que inició hace cinco años», alegó el portavoz del colectivo vecinal. «Es inadmisible que no se complete el saneamiento, teniendo en cuenta el servicio que está en funcionamiento a través de la depuradora de La Reguerona en Aboño», añadió.

La última aclaración dada por el gobierno data de la anterior etapa municipal, cuando la entonces concejala de Urbanismo, Melania Álvarez, señaló que tan solo era necesario un acuerdo con la empresa Albo, cuya fábrica está situada también sobre el cauce del río, para poder relanzar el proyecto de saneamiento. Pero, ahora, ese proyecto está, simplemente, «desahuciado», según los vecinos.

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