Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

Los vecinos de Pola de Siero que tienen perros han recibido de buen grado el bando que acaba de sacar el alcalde, Eduardo Martínez Llosa, respecto a la aplicación estricta de las sanciones a quienes no cumplan la ordenanza municipal para la tenencia, defensa y protección de los animales de compañía o domésticos, en lo que respecta a la recogida de los excrementos que los animales dejan en la vía pública. Todos coinciden en que el incivismo de unos pocos afecta a la imagen de la mayoría, que en este aspecto se comporta como debe ser, recogiendo las deposiciones de sus animales. Hay otro aspecto, en cambio, en el que no todos los dueños de animales están de acuerdo. La obligación de tenerlos siempre atados. Porque en la Pola los perros no tienen la opción de campar a sus anchas en ningún lugar, y muchos dicen que eso perjudica a la salud de los propios animales.

El dueño de una perra llamada «Selva», con la que pasea habitualmente por Pola de Siero, conoce la cuestión no sólo como propietario del animal sino también desde el otro lado. Se trata de Octavio Serrano, el que fuera durante más de una década concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Siero. Apartado desde hace dos de la política, conoce el asunto porque a él mismo, como concejal de Medio Ambiente, le tocó lidiar con el problema. Está de acuerdo con que se apliquen todas estas medidas, y también con que se hagan públicas. «Está bien que saquen bandos, porque la gente en seguida olvida las normas; en su día, nosotros advertíamos cada cierto tiempo a los vecinos de que debían cumplir las normas, y cuando sacabas los bandos se notaba durante un tiempo; después, quizá porque había otros perros y aparecían nuevos dueños, volvía a ocurrir otra vez lo mismo», señaló.

Entiende que a la gente le puedan causar molestias los perros, pero recuerda que «la culpa no es de los animales, sino de la gente que no recoge las heces; eso no es normal, y hay que controlarlo; por ejemplo, en los parques, si los dejas, después van a jugar los críos y se ponen perdidos».

Respecto a la otra cuestión, Serrano cree también que los perros deben ir controlados «con correa, y si hace falta con bozal», pero matiza que «también es cierto que hay muchos perros, sobre todo los grandes, que necesitan algo de libertad, y no los puedes dejar amarrados siempre; entiendo que a la gente le pueden molestar, o que les den miedo, pero es necesario buscar un espacio para que puedan correr en libertad: los hay en muchas ciudades, y en muchos sitios de Asturias, no sería ninguna novedad si lo pusieran aquí».

De la misma opinión es el dueño de la perra «Rona», Roberto Pérez, vecino de Pola de Siero que se encuentra con problemas a la hora de buscar esparcimiento para su animal. Es de la raza pastor alemán, y según su dueño «tiene necesidad de correr y de andar suelta».

«Entiendo perfectamente que se controle lo de los excrementos, pero no es normal tener que llevar cogido al animal todo el tiempo sin poder soltarlo en ningún sitio; en los parques y en la zona del río está prohibido llevar sueltos a los perros; no se puede en ningún sitio; mi madre vive en Gijón, y allí hay un parque que es exclusivo para perros en el que se puede soltar a los animales; creo que aquí hace falta un lugar para que los perros puedan correr libremente».

Por su parte, Dolores Martínez, propietaria de la perra «Blaky», ve bien que el Ayuntamiento sea más estricto con aquellas personas que no recogen las deposiciones de los animales. «Me parece muy bien que se obligue a la gente a dejar limpias las calles, sin los excrementos de los perros, porque es muy desagradable para todos los vecinos y, además, la gente tiende a meternos todos en el mismo saco y salimos perdiendo todos». Además, cree que «deben ir también con la correa», porque hay que respetar a la gente a la que pueden incomodar los animales.

Mercedes Baragaña, que pasea a diario por las calles de Pola de Siero a su perro «Rocky», cree que es bueno para todos que la normativa sea dura y que se haga cumplir. «Cuanto más estrictos sean a la hora de controlarlo, mejor será, porque en esto pagamos justos por pecadores», opinó. Ella baja todos los días de su piso en la Pola al perro, provista de una bolsa para recoger sus excrementos, y con una cadena para controlar al animal. «Es lo que debería hacer todo el mundo, porque nadie tiene por qué sufrir a los perros de los demás; hay gente a la que le gustan los animales y otra a la que no, y hay que respetarlos a todos», opina.

A juzgar por sus palabras, la mayoría de los dueños de los animales son los primeros interesados en que se cumplan las normas, y la advertencia del municipio del endurecimiento de las sanciones no parece afectarles, porque quien cumpla no tendrá nada que temer.

«Me parece muy bien que se obligue a la gente a dejar limpias las calles»

<Dolores Martínez >

Vecina de Pola de Siero

«Está bien que saquen bandos, porque la gente en seguida olvida las normas»

<Octavio Serrano >

Ex concejal socialista

«Hace falta un lugar para que los perros puedan correr libremente»

<Roberto Pérez >

Vecino de Pola de Siero

«Cuanto más estrictos sean, mejor, porque en esto pagamos justos por pecadores»

<Mercedes Baragaño >

Vecina de Pola de Siero