San Martín (Teverga),

Mónica G. SALAS

Con casulla festiva en honor a la Nochevieja cristiana, el cura del concejo, Enrique Álvarez, ofició ayer una de las últimas misas que acogerá la Casa de la Cultura de San Martín de Teverga. Tras casi diez meses de obras, la colegiata de la parroquia abrirá de nuevo sus puertas el próximo domingo 9 de diciembre con la celebración de una misa solemne que contará con la presencia del Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz. Aunque no se trate de una joya arquitectónica como lo es la colegiata, lo cierto es que los vecinos de Teverga han encontrado en el edificio municipal el perfecto escenario para la creación de un nuevo templo religioso, ya que al fin y al cabo, «la iglesia no son las paredes, sino nosotros», confirman Marisa Rodríguez y Celia Pérez.

Cada domingo, el párroco de Teverga, con la ayuda de los vecinos, logra transformar el salón de actos de la Casa de la Cultura de San Martín en una auténtica iglesia. Un crucifijo, la figura de San Antonio, las Sagradas Escrituras y el cáliz sobre la mesa es todo lo que necesita Enrique Álvarez, de 31 años, para oficiar la ceremonia dominical en el edificio público.

A la una de la tarde, más de un centenar de personas acuden al improvisado templo para participar en el acto religioso. La canción «Tomado de la mano con Jesús yo voy» supuso el inicio ayer de una misa que conmemoró el día de Jesús Rey del universo. Con la colaboración de niños y padres, el sacerdote del concejo consigue hacer de la ceremonia un acto «cercano y familiar», tal y como afirman los propios feligreses. Además, «siempre intento explicar a los más pequeños todo lo que se hace durante la misa para que aprendan», explica Álvarez. Durante la celebración, hay lecturas, cánticos, oraciones y los tradicionales actos religiosos como la comunión. «Es una misa preciosa; no hay otra como ésta», indica Asunción Martínez. «Y nuestro cura es un encanto», añade Chefa Ardura.

Mientras algunos vecinos esperan con ansia su regreso a la colegiata, otros dicen encontrarse muy a gusto en la Casa de la Cultura. Este es el caso de Ángeles Fernández: «Aquí estamos más calientes». Lo mismo opina Ignacio Gayo, quien además sostiene que «está más cerca del centro del pueblo». Sin embargo, hay quienes discrepan. Ángela Rodríguez reconoce las comodidades del edificio consistorial, pero manifiesta que la auténtica casa del pueblo es la colegiata: «Tengo muchas ganas de volver y poder ver a la Virgen de los Nazarenos».

La rehabilitación de la colegiata de San Martín, que comenzó a finales del pasado mes de febrero con una inversión de 474.576 euros, está a punto de concluir. «Tengo ganas de volver a casa», sentencia el párroco.