Candás, Mónica G. SALAS

«Mejor que sirva como recinto ferial a que esté cerrado». Eso es lo que opinan los vecinos de Candás tras conocer la noticia de que el Ayuntamiento de Carreño tendrá que renunciar, por el momento, al museo regional de la pesca y la conserva por falta de financiación. De esta forma, la antigua fábrica de conservas Ortiz pasará a ser ahora, según declaran los responsables municipales, el lugar donde se celebraran ferias, exposiciones y otro tipo de eventos. Una decisión que respalda la mayoría de los candasinos consultados por este periódico.

«Mientras que no haya dinero, mejor que se emplee para algo a que esté vacío», dice Francisco Álvarez. Lo mismo opina Marcelino Rodríguez: «Ya que lo remodelaron, hay que aprovechar la instalación y darle una utilidad». Por su parte, Ana Blanco sostiene que «era necesario que arreglaran la vieja fábrica, porque se estaba cayendo». Ahora bien, «el uso que le den al edificio debe de ser el que más convenga teniendo en cuenta la situación económica en la que nos encontramos».

La idea de utilizar la instalación como recinto ferial parece ser la más aceptada por los candasinos. «La creación del museo suponía mucho dinero; de esta forma se ayuda a la gente que participa en ferias y eventos», dice Flor María Vega. «Sobre todo, en invierno, ya que llueve mucho», añade Silvia Avilés. En definitiva, «si no puede ser un museo, todo lo que se haga para atraer turismo me parece bien», señala Mónica Álvarez.

No obstante, hay quienes no ven con buenos ojos que la creación del museo no pueda llevarse a cabo. «Ya que gastaron el dinero, que pongan el museo», apunta Casimira Cuervo, quien hubiera preferido que la subvención se destinara a la capilla de San Antonio. «Es una vergüenza que esté en esas condiciones; el dinero que sobró de la adjudicación que hizo el Ministerio de Cultura al gobierno local que lo empleen entonces ahora en la capilla», espeta Cuervo. Por su parte, Ángela García expresa que «un recinto ferial no tendrá mucho éxito en Candás, ya que sólo se utilizará en fechas puntuales».

Otros proponen que la vieja fábrica de conservas Ortiz se aproveche para el Teatro Prendes. «Se está pagando una renta por un local que no es del Ayuntamiento; podrían utilizar ahora este edificio», dice Luis Muñiz.

Ni a favor ni en contra, sino en una posición intermedia, se encuentran otros vecinos de la villa marinera. «Estaría bien que con lo grande que es, fuese mitad museo y mitad recinto ferial», propone Francisco Javier Prendes. Por su parte, Carmen Fernández declara lo mismo: «Lo mejor sería que se puediera compaginar las dos cosas».

Algunos candasinos también opinan que el museo nunca debe llegar a hacerse. «Es una idea sin sentido», opina Ángela García. «Si ya tenemos un museo al que no va nadie, ¿para qué hacen otro?», se pregunta Pablo Fernández. De hecho, «se podría haber introducido la parte conservera en el Museo Marítimo de Asturias, en Luanco», sentencia Luis Cossent. Y «así utilizar la vieja fábrica como edificio polivalente», añade.

Guste o no, lo cierto es que la vieja fábrica de conservas Ortiz no podrá albergar el museo de la conserva para la que fue rehabilitada. Y en su lugar, habrá ferias y exposiciones. Por el momento, el edificio ya acogió la feria de stocks, la presentación de la Asociación para la Recuperación de la Pita Pinta Asturiana y la Feria de Artesanía, que se celebra hasta el domingo.

«Hay que sacarle rendimiento, aunque estaría bien compaginar el museo con otros usos»

<Carmen Fernández>

«Si no puede ser un museo, todo lo que se haga para atraer turismo me parece bien»

<Mónica Álvarez>

«Antes que verlo cerrado prefiero que lo aprovechen y de esta manera ayudar a la gente»

<Flor María Vega>

«Debe darse el uso que más convenga, teniendo en cuenta la situación económica actual»

<Ana Blanco>