Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

Carmen Soberado es una vitralista de Villaviciosa que se ha especializado en la elaboración y restauración de vidrieras, principalmente de temática religiosa. Una muestra de su obra se puede observar en El Café de Vicente, de la localidad, donde expone hasta final de este mes. Cada semana colgará una obra diferente. En este mismo «Rincón del Artista» ya exhibió hace unos meses parte de sus tapices. Es otro de los campos en el que destaca la polifacética maliayesa.

Soberado explica que hay varios estilos con los que se suelen trabajar estas obras de arte realizadas en vidrio, pero ella es experta en las denominadas vidrieras emplomadas. Las define de una forma sencilla indicando que son «las clásicas» y las que estamos acostumbrados a ver en los templos. De hecho, su principal cliente es la Iglesia. Reconoce que hace unos años también trabajaba bastante para particulares, pero el golpe de la crisis a las economías domésticas ha producido una drástica reducción de los encargos para personas privadas.

La vitralista maliayesa afirma que la creación de una de estas obras consiste en tratar «los cristales como si fueran un puzzle y se encajan con plomo», de ahí su denominación de «emplomadas». Pero no sólo es cuestión de encajar estas piezas, también es importante el proceso de pintado de la figura o representación realizada.

Carmen Soberado aprendió este arte en un taller de León donde adquirió las claves de esta técnica antes de dar el salto a Francia. Concretamente se plantó en Chartres para formarse en la escuela de su catedral, donde las 176 vidrieras cubren la mayor superficie del mundo de vitrales (2.600 metros cuadrados). Datan de los siglos XII y XIII, destacan por su buena conservación y son internacionalmente conocidas por su famoso «azul de Chartres».

Tras su paso por una de las escuelas de referencia mundial en este campo, Carmen Soberado hizo la maleta para ir a Segovia. Su siguiente destino fue La Granja de San Ildefonso, donde se empapó de los conocimientos de los maestros italianos en el curso sobre pintura que realizó.

Soberado se ha especializado en la creación de obra nueva y la restauración de vidrieras en templos de la región. La Iglesia es la principal demandante de este tipo de trabajos, ya que el mercado particular se ha resentido. En estos momentos está inmersa en varias labores de la basílica de Santa María del Conceyu de Llanes. Además de la reparación de las vidrieras laterales, se están acometiendo varios trabajos en el templo desde el pasado 15 de octubre. Consisten, además, en rascar y pintar las paredes del interior de las tres naves del templo y el lavado de la piedra. De momento se tienen que posponer, pero está prevista también la limpieza y restauración del retablo principal.

La función de Carmen Soberado en la basílica de Llanes es la de restaurar el manto de la Virgen de la Guía de uno de los vitrales. Además, asegura que está «preparando la imagen de San Francisco de Asís».

Quienes lo deseen, a lo largo de este mes, podrán disfrutar de parte de la obra de Soberado, pues se expone hasta el día 31. Tiene previsto ir renovando las vidrieras cada semana. Además de una representación del pintor y artista decorativo checo Alphon Mucha, ampliamente reconocido por ser uno de los máximos exponentes del «art nouveau», esta vitralista maliayesa mostrará una imagen en cristal de Santa Bárbara, patrona de los mineros. También estudia si otra de las obras que exhiba en El Café de Vicente de Villaviciosa ha de ser un escudo familiar u otro trabajo. Asegura que aún no lo ha decidido.