Aboño,

Braulio FERNÁNDEZ

La fiscalía de Medio Ambiente ha solicitado el sobreseimiento y archivo de la causa penal abierta contra HC Energía como responsable del vertido de fuelóleo que asoló las playas de Carreño el pasado 26 de junio. Ahora tendrá que ser el Juzgado de lo penal número uno de Gijón el que se manifieste sobre la responsabilidad de la empresa eléctrica en un accidente medioambiental que vertió miles de litros de combustible al mar, clausurando todas las playas de Carreño durante varias semanas y afectando además a arenales de Gozón, Gijón y Villaviciosa. Un accidente del que HC Energía se declaró responsable horas después de producirse un fallo en una tubería de la térmica de Aboño.

Se desconocen las razones que han llevado a la fiscalía de Medio Ambiente a retirar la causa penal contra la eléctrica. Una decisión que no impide que dicha causa siga abierta hasta que se pronuncie el Juzgado de lo penal de Gijón, entre otros motivos porque en ella están personados otros colectivos, como varias organizaciones ecologistas y el propio Ayuntamiento de Carreño, que mantiene abiertas sus dos vías de reclamación por los daños, a través de lo penal y de lo civil. «Desconozco el informe del fiscal, y no haremos una valoración hasta que lo conozcamos», señaló ayer el Alcalde de Carreño, Ángel Riego, que espera que en los próximos días «el juez consulte a las partes».

Las organizaciones ecologistas, por su parte, no ocultan su desencanto con la actuación de la fiscalía. «La conducta criminal de quien es responsable penal de una negligencia, a nuestro entender gravísima, quedará impune, como ya ha ocurrido en otras ocasiones», señalaron en un comunicado la Coordinadora Ecologista de Asturias, la Asociación para la Defensa Jurídica del Medio Ambiente, el Colectivo Ecologista de Avilés, la Plataforma por la Defensa de la Cordillera Cantábrica, la Asociación para la Conservación y estudio del Lobo, la Asociación Verdes Asturianos, Ixuxu, y el Grupo de Ornitología Mavea de Avilés.

Los ecologistas consideran que la negligencia de la empresa eléctrica fue doble. Por un lado, «hubo una fractura en una válvula soldada a la tubería, que debería haber estado sometida a la debida y periódica revisión, cuestión que no se ha investigado porque no han declarado los responsables de la empresa instaladora encargada del mantenimiento».

Por otro, «el fuel derramado tras la rotura de la válvula debió ir a parar a una arqueta estanca donde debería haber quedado confinado hasta su retirada por aspiración, dándose también allí la segunda negligencia grave que consistió en una segunda fractura, esta vez en la arqueta de contención».

Pero, además, los conservacionistas denuncian «otras pruebas» de la actuación negligente de HC Energía, como demorar «durante varias horas la comunicación del vertido a Costas» o no colocar «de manera inmediata barreras en la misma ría para evitar el impacto de la fuga del fuel».

A la «impunidad» de la empresa ha colaborado expresamente la Dirección General de Calidad Ambiental de la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado de Asturias, que la ampara y protege de toda acusación», concluyen.

La denuncia seguirá su curso, no obstante, aunque ya sin la presión de la acusación pública. Al margen de ello, se mantienen abiertas varias denuncias de otros colectivos, y no solo del Ayuntamiento de Carreño o los ecologistas, tales como la Cofradía de Pescadores de Candás, que mantuvo su flota amarrada durante dos meses por la imposibilidad de ejercer la labor pesquera por la persistencia de las manchas de combustible.