Candás, Mónica G. SALAS

El marisco y el pescado de Candás son una maravilla. O eso, al menos, es lo que debe de pensar el jugador del Fútbol Club Barcelona David Villa. Desde hace tres años, el futbolista asturiano celebra las Navidades con productos del concejo. Y este año no ha sido menos. Villa se ha convertido en un cliente habitual del restaurante El Llagarón en estas fechas. La última visita tuvo lugar el día de Nochebuena. «Vino a saludarnos y a recoger el pescado y el marisco que nos había encargado», manifiesta Luis Bolado, propietario del establecimiento.

Además, este año el asturiano ha tenido que cargar con más bolsas de la cuenta, ya que también su compañero de equipo, el portero Víctor Valdés, ha hecho un encargo al restaurante candasín. «Dicen que el pescado y el marisco del Cantábrico no tiene nada que ver con el del Mediterráneo», asegura Bolado. La relación entre el jugador asturiano y el dueño de El Llagarón comenzó hace tres años por mediación de un familiar de Villa, que frecuentaba el local.

Hasta el restaurante se acercaron el día de la visita muchos niños con el fin de conseguir un autógrafo o una fotografía de su ídolo. «La verdad es que siempre fue muy amable, tanto con nosotros como con el resto de vecinos», indica.

Para Luis Bolado, la visita anual de David Villa a Candás es algo muy importante. Pero considera que «no sólo para el propio restaurante, ya que nos da prestigio, sino también para el pueblo. Que venga una persona famosa a Carreño es una forma de promocionar también el concejo», concluye.