El origen

En junio del año pasado, el Ayuntamiento aprueba una nueva normativa de ruidos que, entre otras cosas, delimita el horario de cierre de los bares, pubes y discotecas. Se fijan seis excepciones o fechas en las que se liberaliza ese cierre, siendo las elegidas las fiestas de San Félix, Santísimo Cristo, San Antonio, San Roque, la Noche Celta y el Festival Internacional de Bandas de Gaitas.

La protesta de los bares

Los empresarios consideran que el Carnaval debió incluirse entre las fiestas con una hora de cierre liberalizado, pero no alegaron durante la fase de información pública.

La postura del Ayuntamiento

Se muestra inflexible: la norma debe cumplirse, influyendo en el ánimo de los dirigentes municipales los recientes acontecimientos durante la fiesta de Halloween en Madrid. El gobierno ha decidido que no se levantará la mano.

Las consecuencias

Los bares no ceden en su postura de que se amplíe el horario de apertura el lunes de Carnaval. De lo contrario, amenazan con cerrar los negocios a las diez de la noche, con el consiguiente enfado de los vecinos que quieran salir a divertirse.

Las otras opciones

Los empresarios explotan aún la vía legal para buscar un resquicio a la normativa que les permita la ampliación del horario, toda vez que no se ha alcanzado un acuerdo con las peñas marineras para trasladar la celebración al sábado 9.