Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

La «Salve marinera» ya está a salvo. El monumental mural que el pintor local Alfredo Menéndez pintó en 1999 y que reproduce una escena cien años anterior de la Pascua candasina, con el canto de la «Salve marinera», será reproducido finalmente mediante la técnica de la foto cerámica, lo que asegurará su pervivencia en el tiempo. El propio pintor ha aceptado la recuperación de una de sus obras más insignes, que se llevará a cabo de forma inminente.

«Estoy muy contento con la propuesta del Ayuntamiento y con la idea de que el mural perviva», reconoce Alfredo Menéndez, quien hace sólo unos años daba por perdida la obra, debido a su mal estado, por las inclemencias meteorológicas, y a la acción corrosiva de los juegos de pelota en la plaza de El Paseín.

Aunque se temió durante mucho tiempo por su vida, ésta ha sido finalmente una historia con final feliz. «Durante los últimos años han sido muchos los vecinos que me han mostrado su aprecio por el mural, y por ello me hace muy feliz que se restaure de esta forma», asegura Menéndez.

La pintura de El Paseín está considerada una de las piezas más preciadas del Museo al Aire Libre de Candás. Se trata de un mural de casi diez metros de largo, obra del autor de otros murales como los dos que adornan la fachada de la fábrica de Albo. El mural de Menéndez representa una escena típica de finales de siglo XIX durante la celebración de la Pascua, y en ella aparecen reflejadas algunas características de la población candasina del momento. Se trata, en concreto, del canto de la «Salve marinera» de 1899, donde aparecen, además, rostros conocidos y se adivinan rasgos de la vida en la villa que le añaden un valor histórico más allá de lo pictórico.

Ahora queda ponerse manos a la obra, y en ello está el concejal del Ayuntamiento de Carreño Alberto López Vega, quien ya tiene en su poder una muestra de cómo quedará el mural una vez sea dibujado mediante la foto cerámica. «Se crearán 344 azulejos de veinte por veinte centímetros, con la impresión hacia el borde, para conseguir la perfecta unión de los mismos», explica López Vega sobre el método de creación de la reproducción con foto cerámica.

Los azulejos estarán numerados e irán sobre un bastidor que se colocará sobre el mural antiguo. Así podrá respetarse la obra original, que quedará tapada bajo la cerámica. «Contaremos, además, con una maqueta que permitirá futuras reproducciones de la obra», destaca el edil, con vistas a una nueva reproducción «dentro de cien años». Ni se lo plantean antes, dada la resistencia del sistema elegido para servir de base para la obra de Menéndez.

Un lienzo de cerámica. Es el nuevo soporte de la «Salve marinera». Un lienzo de tierra que se horneará a novecientos grados de temperatura para no alterar el producto. Sobre él irá impresa la escena de la Pascua. Y aunque parezca fácil encontrar un negativo sobre el que trabajar, ésta ha sido la tarea más dura. «Hubo que buscar fotos del mural, de cuando se hizo, de 1999, porque actuales ya no valen debido a su deterioro, pero no había ninguna completa», relata López Vega.

Así, recuperando fotos de aquí y de allá y teniendo que cambiar sus escalas, se ha conseguido una reproducción en negativo totalmente fiel al original. «Ha sido un puzle de fotos antiguas. Lo más difícil de sacar adelante», reconoce López Vega.

Ahora sí, el mural que Menéndez pintó en 1999 sobre aquella escena de 1899 tiene posibilidades de estar ahí, debajo del coro, cuando los candasinos del futuro canten la «Salve marinera» en el año 2099.