Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Más de medio año después de que parte del tejado del centenario Teatro Santarúa de Candás se viniera abajo, provocando el precinto del edificio y el corte de la acera a los peatones, su propietaria, la empresa de conservas Albo, ha dado su brazo a torcer: sustituirá la cubierta del edificio, en riesgo de desplome total, colocará una nueva teja y limpiará todo su interior, que contenía restos de la actividad de almacén de salazones a la que fue destinado el inmueble durante los últimos años.

La humedad se había convertido en uno de los principales enemigos del edificio, afectando principalmente a las paredes de un lugar que albergó durante las dos primeras décadas del pasado siglo espectáculos teatrales y las primeras proyecciones cinematográficas en Candás.

La empresa Albo, afincada en Vigo, atiende así la reclamación que el Ayuntamiento de Carreño le trasladó en el mes de noviembre para que pusiera fin al «lamentable» estado de conservación de sus propiedades en Candás, según las propias manifestaciones del gobierno municipal. Mediante una resolución, el Ayuntamiento dio un ultimátum a la empresa, con la advertencia de que si lo desoía se le aplicarían sanciones. Se establecía un plazo de un mes para presentar un proyecto y llevarlo a cabo.

Según confirmaron ayer fuentes municipales, finalmente no ha habido proyecto de ningún tipo, ni presupuesto, pero Albo ha contratado a una empresa afincada en Perlora la reparación del tejado y la limpieza, eso sí, con varios meses de retraso. El objetivo es resolver, de forma definitiva, los problemas de desprendimientos que sufría el centenario edificio desde que la conservera abandonó su actividad industrial en el concejo, hace tres años. Con esa finalidad, ya en el mes de noviembre, técnicos de la empresa y del Ayuntamiento de Carreño visitaron el inmueble, para diagnosticar las patologías que afectan al edificio y proyectar las obras de rehabilitación necesarias.

Sus primeras conclusiones fueron positivas, ya que, gracias a los muros de carga del edificio, de gran grosor, en ningún caso se teme por la estabilidad futura del inmueble. Así las cosas, las reparaciones se centrarán en la fachada y en el tejado, precisamente los elementos que han sufrido desprendimientos en los últimos años. Para permitir el trabajo de la empresa contratada se ha retirado el precinto que impedía el acceso al interior del edificio.