La draga «La Nalona» trabaja desde anteayer en el puerto de Candás para mejorar el calado y permitir el paso de las embarcaciones de pesca profesional sin riesgo de que queden encalladas. Actualmente, la distancia entre el fondo marino y la superficie a la altura de la bocana del dique es escasa, de pocos metros, motivo por el cual la embarcación del Principado de Asturias se afana estos días por extraer arena de esa zona de paso.
Sin embargo, a pesar de la necesidad de las labores de dragado, su inicio ahora, a diez días de la apertura de la temporada de baños, ha suscitado críticas en la villa, cuyos vecinos protestan cada año por tener que asumir la estampa de «La Nalona» como parte de la imagen estival del puerto. Este año, las labores se han adelantado unos días, pero no lo suficiente, a juicio de los candasinos. La Asociación de Vecinos de Candás ha mostrado el «disgusto de los ciudadanos» por la situación. «Una vez más se condena a los vecinos y a los usuarios de la playa de Palmera de Candás a una situación no deseada» y se ignora, añade, «la reivindicación de que los dragados no coincidan con los baños», explica el presidente del colectivo, Luis Fernández.
El propio Ayuntamiento desconoce aún cuánto van a durar las labores de dragado, como reconoció ayer mismo el alcalde, Ángel Riego, quien ha iniciado consultas para conocer los tiempos.
El dragado veraniego ha motivado hasta una recogida de firmas, hace dos años, entre los bañistas. La actividad de la draga genera malos olores y suciedad en el agua, por el efecto que produce sobre los fondos próximos a la zona de baño.
«El Principado convierte en papel mojado las continuas peticiones de esta asociación y las más de medio millar de firmas de los usuarios de Palmera para que la solución a la falta de calado del puerto se ejecutase en otra estación del año», lamenta Fernández.
Los vecinos no quieren la draga en verano, aunque son conscientes de la necesidad que tienen los pescadores de que se actúe sobre el fondo para facilitar el paso de las embarcaciones.
